Cada Nou d´Octubre deja siempre una serie de anécdotas e imágenes curiosas. Una de las más comentadas durante el día de ayer fue el amago del brigadista internacional Josep Almudéver de subir a recibir el premio con la bandera republicana que le acompaña habitualmente. Una empleada de Protocolo le pidió que no lo hiciera „por aquello de mostrar solo las telas oficiales, hay que entender„ y el veterano combatiente la guardó. Más tarde, en el patio del Palau, se hizo fotografías con ella con todo el que quiso. Firme de ideas, Almudéver se apartó asimismo del grupo de premiados cuando, tras el himno valenciano, sonaron algunas notas del español. No es el suyo.

Los colores del coro. El día iba de telas y de colores. Una de las novedades de este año fue la presencia del Cor de l´Eliana para acompañar la recepción posterior a la procesión cívica. Es un fichaje del propio Ximo Puig. Lo vio el viernes en el Teatro Principal de Valencia en el recital Cantem en valencià y le propuso participar hoy en el Palau. Dicho y hecho. De riguroso negro, los cantantes de la coral llevaban bufandas de distintos colores. Una peculiar «mocadorà» en homenaje a la diversidad de amores, explicó el director, Nelo Juste.

«Besamanos» de Puig y Oltra. El director tomó la palabra después de que el coro cantara algunos temas de Raimon, Al Tall, Ovidi y versos de Estellés. Lo hizo ante el Consell en pleno, apostado en la escalera del Palau. Después, Ximo Puig y Mónica Oltra comenzaron el saludo personal a todos los invitados que quisieron, que fueron pasando ante los principales dirigentes del Consell, situados delante de una trasera con los emblemas de la celebración.

El cantante Marzà. Vicent Marzà demostró por qué es el conseller de Cultura de este gobierno. Fue el único al que se vio acompañar „en voz baja„ algunas de las canciones del coro. «No hi havia dos amants€»

Autor y espectador. El fundador de Al Tall Vicent Torrent, uno de los invitados a la recepción, escuchó al lado de Manuel Boix cómo el Cor de l´Eliana adaptaba alguna de las canciones del histórico grupo, que en 2015 puso fin a su extensa trayectoria.

Las ausencias. Hubo dos expresidentes de la Generalitat que no acudieron: Francisco Camps, que no estuvo tampoco en 2015, y José Luis Olivas. La exalcaldesa de Valencia Rita Barberá fue otra ausencia sonada, aunque empieza a ser habitual: no estuvo tampoco el año pasado y, en esta ocasión, tras abrir causa contra ella el Tribunal Supremo, su no asistencia se daba por segura. Los presidentes de las diputaciones de Alicante y Castelló, César Sánchez y Javier Moliner, respectivamente, tampoco acudieron al acto institucional. Pero las bajas oficiales no vinieron solo por el lado del PP, los alcaldes socialistas Gabriel Echávarri (Alicante) y Amparo Marco (Castelló) optaron por quedarse en sus ciudades.

Ágape. Otra de las novedades de este año ha sido la recuperación del cóctel en la plaza de Manises, posterior a la recepción oficial. Durante los años de crisis y austeridad, el gobierno de Alberto Fabra decidió suprimirlo. El año pasado el bipartito ya recuperó la recepción y este año se ha sumado ágape popular y abierto a la ciudadanía „con pequeños platos de arroz incluidos„ con el fin de dar más potencia social a la celebración. Tanta que algunos asistentes avisaban teléfono móvil mediante a amigos y familiares que estuvieran en las proximidades para que no se perdieran el convite.

El PP, el más disciplinado. Los diputados del PP con Isabel Bonig a la cabeza flanqueada por María José Català y Eva Ortiz, entre otros, prefirieron esperar en la calle Cavallers hasta que llegó el ministro Margallo, que venía a pie en compañía del delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues. Por allí vieron pasar y saludaron al anterior jefe de filas, Eduardo Zaplana, que se subió directo al Saló de Corts.

De vestimentas. Sobre la ropa, lo más comentado fue la coincidencia en el vestido entre Mónica Oltra y la directora general del Servef, Rocío Briones. Ellas lo tomaron con una sonrisa y no dudaron en fotografiarse juntas. Toni Cantó (C´s) podría haberse llevado el premio a la elegancia masculina, con un traje entallado reluciente y con pañuelo en el bolsillo. De los más informales, Ricardo Sixto (EU), con camisa blanca.

Cuadros de los premiados. Otra novedad de 2016 ha sido que se han colgado en el Palau cuadros de los artistas premiados. Obras de Manuel Boix, Genovés y Carmen Calvo estaban ayer en las salas del edificio. Algunos se preguntaban si se quedaran de manera permanente y darán un giro a la decoración, dominada por las tablas primitivas.