El anteproyecto de Ley de Cooperación y Desarrollo sostenible de la Generalitat ha tumbado 14 de las 18 enmiendas presentadas por la Coordinadora Valenciana de ONG, que agrupa a más de noventa asociaciones. El texto resultante ha despertado el malestar de la plataforma, que no se siente reflejada en la ley que va a tramitarse en las Corts para su aprobación definitiva y que teme que la formulación acordada por la Conselleria de Transparència, Responsabilitat Social, Participació i Cooperació acabe restando fondos a la cooperación valenciana en el exterior. Tampoco comparte el encaje de las empresas privadas en su participación en proyectos de cooperación internacional tal como queda plasmado en la definición de agente de cooperación internacional de este anteproyecto de ley.

«No es la ley que deseamos ni esperamos. Pero queda camino por delante, ya sea en el Consell Valencià de Cooperació o en el debate de las Corts, y espero que lleguemos a un punto de encuentro para que nos veamos reconocidos en la ley», expresó ayer Gonzalo Pareja, vicepresidente de la Coordinadora Valenciana de ONGD.

La coordinadora fue un agente cívico emblemático en la resistencia política a los distintos gobiernos autonómicos del PP. La caída, detención y encarcelamiento del exconseller de Solidaridad y Ciudadanía Rafael Blasco por el desvío de fondos destinados a Cooperación fue todo un símbolo de aquella etapa.

Ahora, con el relevo en la Generalitat, la Coordinadora Valenciana de ONGD destaca que la relación no tiene nada que ver. «Ha cambiado la interlocución entre ambas partes y la disposición a negociar de la conselleria», dice el vicepresidente de la entidad. Por eso, destaca, «no sería lógico» que en una ley tan importante no se atendieran las principales reivindicaciones de las ONG valencianas.

El principal punto de fricción es que el anteproyecto de ley incorpora los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En opinión de la Coordinadora Valenciana de ONGD, combinar en la misma ley la Cooperación y esta Agenda 2030, que debería ser transversal a todas las conselleries, es contraproducente para la cooperación. «Corremos el peligro de que parte de los presupuestos de la Agenda 2030 salgan de Cooperación», teme Gonzalo Pareja.

Más rendición de cuentas

La conselleria destaca que la nueva ley en ciernes «promueve la cultura de la evaluación y refuerza la transparencia y rendición de cuentas». Se busca así «optimizar el impacto de las políticas de cooperación valencianas». La transparencia y la rendición de cuentas se refuerza con la vigilancia externa de órganos participativos.

La conselleria también destaca la inclusión de nuevos agentes y actores a la cooperación valenciana al desarrollo para «favorecer y reforzar las alianzas» con las ONGD. Entre ellos figuran cooperativas, empresas, organizaciones empresariales y sindicales de la Comunitat Valenciana.