La exalcaldesa de Valencia, la fallecida Rita Barberá, ha sido la ausente presente durante todo el 18 Congreso Nacional del PP. Si ya su figura fue rehabilitada hace unas semanas por el propio Rajoy en el homenaje que le dio la Federación Española de Municipos y Provincias, el viernes su nombre sonó en el plenario.

Cospedal enumeró a todos los miembros de la junta directiva que han fallecido en los últimos 4 años y dejó para el final a Barberá, de la que, dijo, era una persona de las que no se olvidan. Hubo un aplauso prolongado y asistentes que se pusieron en pie. En esa línea, el congreso asumió una enmienda para rehabilitar -a modo de acto de reconocimiento o desagravio- a los absueltos en casos de corrupción.

La sombra de Barberá y el caso del pitufeo que la obligó a abandonar el PP y le valió la reprobación del PPCV también estuvo presente de otra forma. El sobreseimiento provisional de la causa contra el diputado Miquel Domínguez supone para Bonig un problema, más que un alivio. Ahonda en el conflicto en el PP de Valencia porque da oxígeno a los concejales suspendidos cautelarmente de militancia.

Ya el sábado, su figura volvió a cobrar fuerza en un vídeo proyectado sobre la consecución de las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, donde la exalcaldesa aparecía como uno de los artífices del éxito.

Y el domingo fue el propio Mariano Rajoy quien recordó a Barberá, lo que provocó un nuevo aplauso multitudinario.