Fue «una mujer moderna y avanzada a su tiempo» que «nunca renunció a luchar por un mundo mejor». Así es como el presidente Ximo Puig quiso recordar ayer a Alejandra Soler.

«Alejandra representa unos valores absolutamente permanentes en esta sociedad», afirmó Puig, que quiso recordar la figura de la que fue maestra de los niños del exilio, en un contexto en el que «están volviendo los viejos fantasmas que hicieron irse de este país a Alejandra e hicieron de Europa lo que hicieron», aseguró.

Puig acudió ayer por la tarde a firmar en el libro de condolencias, que estará disponible en el Palau de la Generalitat hasta el próximo 8 de marzo para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan sumarse al homenaje. Junto a él, también asistieron el conseller de Educación, Vicent Marzà; el president de las Corts, Enric Morera; y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga. Morera resaltó de Soler su «fidelidad a sus valores y a sus ideas hasta las últimas consecuencias», en un momento, añadió, «en el que hay una visión muy débil de las convicciones».

Asimismo, también dejaron su mensaje en el libro de condolencias el síndic de Podemos en las Corts, Antonio Montiel, el de Compromís, Fran Ferri, y Manolo Mata, por el PSPV.

El Ayuntamiento de València destacó a Soler como «un ejemplo de lucha por la tolerancia», que trabajó por los derechos de la mujer «en unos tiempos en los que la igualdad de género tenía menor reconocimiento y era una asignatura pendiente».

Además, desde el consistorio del cap i casal tampoco olvidaron su «aportación pedagógica, lingüística y cívica a la sociedad» y la dedicación de la mayor parte de su vida «a luchar por la libertad, la igualdad y los derechos humanos».

Las Corts y la Universitat de València son otras de las instituciones que se sumaron a las condolencias, resaltando su «compromiso con la enseñanza pública». La organización de la carrera 10k de València también recordó a la fallecida.