El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le dijo ayer a Ciudadanos en el Senado que sólo puede comprometerse a intentar reformar este año la financiación autonómica, porque necesita sumar apoyos para aprobarla en el Congreso, donde sólo cuenta con 137 escaños.

«Estoy en condiciones de garantizar que lo voy a intentar, pero no depende solo de mí. Espero que todos seamos capaces de colaborar de manera conjunta», afirmó al portavoz de Cs en el Senado, Xavier Alegre.

Rajoy aseguró que la financiación autonómica es uno de los asuntos más complicados porque cada comunidad autónoma tiene sus peculiaridades y necesidades, y el gobierno tiene que sumar además otros votos.

«Pero la historia demuestra que con un poco de imaginación, sentido común y, si todos somos capaces de ceder, podemos llegar al entendimiento», remató.

Sobre las bases del futuro sistema, recordó lo que se acordó en la conferencia de presidentes autonómicos: solidaridad, suficiencia, equidad, transparencia, corresponsabilidad fiscal y garantía de acceso a los servicios básicos en función del coste efectivo de los mismos.

Mientras, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, subrayó en Barcelona durante una conferencia en la Cátedra Pasqual Maragall de Economía y Territorio, que «la verdadera segunda transición será la de la redistribución de recursos entre la Administración central, las comunidades y los ayuntamientos, con el fin de garantizar el Estado del Bienestar». «Y esta oportunidad -agregó- se presenta con la reforma del sistema de financiación».

Para Soler, la «gran revolución institucional» pendiente es la de la redistribución de los recursos públicos entre la Administración central, comunidades autónomas y corporaciones locales.