El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, anunciaron ayer una inversión de 32,8 millones de euros en actuaciones destinadas a mejorar la depuración de aguas residuales, regadíos y abastecimientos concentrada en Alicante, donde se acumula buena parte del déficit hídrico que sufre la Comunitat Valenciana.

En una jornada en la que la celebración del Día Mundial del Agua invitaba a hacer balance, la voz critica la puso el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, se desplazó hasta el filtro verde del Tancat de Milia en Sollana, para celebrar el Día Mundial del Agua.

Las 478 depuradoras de la Comunitat Valenciana trataron en 2015 más de 431 hectómetros cúbicos de aguas residuales, «del que solo un 31 % (133 hm3) se reutiliza», explicó Álvaro.

La Generalitat trabaja, a través de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), para duplicar esa cifra y conseguir que el 69 % del agua depurada que se vierte a los cauces de los ríos o directamente al mar sea reutilizada.

La respuesta del Estado

Por su parte, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, recordó que se están ejecutando obras de emergencia por la sequía dotadas con 20 millones de euros en la cuenca del Júcar y 30 millones en la del Segura.

El delegado también informó de la renovación del convenio entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y varias ONG para la gestión del Tancat de la Pipa, un gran filtro verde que recrea la Albufera y en el que se depuran 3 hm3 cada año.