El código de buenas prácticas propuesto por el líder del PSPV, Ximo Puig, para evitar daños a la marca de los aspirantes a liderar el PSOE no gusta en el universo Pedro Sánchez. «No hace falta. El código son los valores socialistas», afirmó ayer el valenciano Andrés Perelló, uno de los colaboradores más activos en el equipo que colabora con el exsecretario general.

Uno de los argumentos es que poner sobre el papel unos mandamientos de buen comportamiento supone dar trascendencia a unos hechos que por ahora no existen, según el miembro del comité federal socialista que representó el pasado martes a Sánchez ante la comisión gestora. «No he insultado nunca a nadie ni he visto un insulto de Pedro Sánchez ni de nadie de su entorno», señaló.

La propuesta de Puig iba dirigida especialmente al tono de los comentarios en las redes sociales. Pero eso son «construcciones personales», según Perelló, en las que poco puede hacer el compromiso de un candidato.

Mientras, el exlehendakari y candidato a la secretaría general del PSOE, Patxi López, defendió ayer en un acto en Callosa de Segura que la inmensa mayoría de los militantes socialistas desean una izquierda «clara, nítida y reconocible». «El día siguiente a las primarias tiene que ser el día de la suma y la integración», añadió el candidato, que competirá con pedro Sánchez y Susana Díaz.

Por su parte, el presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, mostró ayer en Alicante su confianza en que el proceso de primarias del PSOE se centre en lo constructivo y en las propuestas y que se aleje de cualquier descalificación personal. Puig dijo que no asistirá el domingo a la presentación en Burjassot de la candidatura de Pedro Sánchez, y asegura, respecto al acto previsto en Madrid de la también candidata y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que sí irá si la agenda institucional se lo permite. Puig aseguró que es «fundamental» que las reglas del juego sean transparentes, «que se tenga en cuenta la ley de financiación de partidos que se aborde desde el respeto». Pidió «no erosionarse» y puso como ejemplo que en las primarias francesas, los candidatos firman un código ético para actuar «desde la lealtad» y sin confrontación de carácter personal.