La posibilidad de integración se da ya como imposible. Es de las pocas coincidencias entre la candidatura del actual presidente del PP en la provincia de València, Vicente Betoret, y la de la diputada que aspira a ese cargo, Mari Carmen Contelles.

Betoret se agarraba al mensaje de unidad e integración reiterado en los últimos días desde la planta noble de Génova para que la aspirante a la presidencia provincial (a la que se ve en el partido como la favorita de la líder autonómica, Isabel Bonig) diera su brazo a torcer. Sin embargo, ayer esta posibilidad se daba ya por imposible.

Era el mensaje que lanzaban también en el entorno de la exalcaldesa de la Pobla de Vallbona: no existe voluntad de dar marcha atrás. En especial, tras la concentración de más de un centenar de representantes locales del PP valenciano en su apoyo. Toda una demostración de fuerza que ha levantado ampollas.

La batalla está servida, por tanto. Y la previsión es que las fuerzas estén bastante igualadas. Sería una sorpresa una victoria por mayoría aplastante de uno u otro candidato.

Ahora falta que se convoque la junta directiva que fije los detalles del proceso congresual. Será ya, previsiblemente, la semana próxima. La idea inicial era celebrar el cónclave principal el 20 de mayo. La suspensión de la directiva de esta semana a la espera de los encuentros de Bonig en Madrid obligará, sin embargo, a que el congreso se retrase unos días.

De esta manera, la fecha con más posibilidades es el 27 de mayo, el mismo día que lo hará el PP de Alicante. El sistema, según las fuentes consultadas, será una repetición del puesto en práctica en el reciente congreso autonómico, de manera que cualquier militante podrá ser compromisario.