Adif ha completado la instalación del sistema de comunicaciones tren-tierra entre Teruel y Caminreal, en la línea convencional Zaragoza-Sagunt-València, que entrará hoy en servicio y que mejora «notablemente» las condiciones de explotación de esta línea, tradicionalmente olvidada en las inversiones del Estado.

El sistema, financiado mediante convenio entre la Junta de Aragón, Adif y el Ministerio de Fomento, permite conocer en cada momento la situación exacta del tren desde un centro de control y entre otras consecuencias incrementa la capacidad, operatividad y seguridad del trayecto, «así como sus prestaciones, disponibilidad y fiabilidad».

Además, Adif asegura que reducirá los costes de transporte y potenciará los tráficos de mercancías en esta línea, una de las reivindicaciones de la Confederación Empresarial Valenciana y de la Generalitat.

La puesta en marcha del tren-tierra entre Teruel y Caminreal es la primera fase de un proyecto valorado en 4,4 millones de euros del que queda pendiente la ejecución del tramo entre Caminreal y Zaragoza, donde ya se están realizando las obras para la implantación del sistema, que podría estar operativo en todo el trazado entre València y la cpaital maña a finales de año.

A esta actuación se suma la finalización de las obras entre Teruel y Barracas para la supresión de ocho limitaciones temporales de velocidad, y la redacción de los proyectos para crear apartaderos para trenes de mercancías de 750 metros en las estaciones de Estivella, Jérica, Barracas, Puebla de Valverde, Teruel, Ferreruela y Cariñena.

En los próximos meses está previsto acometer también el refuerzo de estructuras para permitir el paso de trenes de mercancías más pesados y la redacción de un «plan integral de renovación con actuaciones en infraestructura y vía, electrificación, trincheras, terraplenes o la mejora de la carga por eje, trabajos que se definirán de acuerdo con la Autoridad Portuaria de Valencia», según Adif.

Inversiones

Las actuaciones forman parte del plan para la potenciación del eje estratégico del Corredor Cantábrico-Mediterráneo, para el que Fomento ha previsto una inversión de alrededor de 335 millones hasta 2020, con el objetivo de potenciar tanto las circulaciones de viajeros como de mercancías y captar nuevos tráficos.

En los próximos días está previsto que se constituya la comisión de seguimiento de este plan, formada por representantes de la Generalitat Valenciana, el Gobierno de Aragón, Adif, Renfe, la Autoridad Portuaria de València, la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas y las confederaciones de empresarios de ambas comunidades autónomas.