El Colegio Oficial de Farmacéuticos de València (Micof) recordó ayer que los medicamentes deben conservarse de forma adecuada en lugares limpios, frescos y secos, algo «fundamental» en cualquier época del año, pero «especialmente en verano cuando las temperaturas suben y el riesgo para la salud es mayor».

El Micof destaca que los medicamentos deben almacenarse, en la medida de lo posible, en su envase original, y evitar guardarlos en los vehículos para evitar temperaturas no deseadas. «Hay que tener en cuenta además que algunos precisan de conservación en el frigorífico a una temperatura entre 2 y 8 grados, para evitar que se produzcan efectos no deseados». Los farmacéuticos insisten además en la importancia de reciclar de forma correcta en el punto Sigre de la farmacia aquellos medicamentos que estén caducados o ya no se utilicen, evitando tirar termómetros, agujas, gasas o productos químicos.

Por otra parte, señalan que durante los meses de calor se reciben en las farmacias un número mayor de consultas relacionadas con reacciones de la piel ante la exposición solar. Por ello, el Micof insiste en la importancia de conocer las reacciones que pueden producirse durante la toma de algunos medicamentos fotosensibilizantes que pueden producir daños en la piel.