«A nadie le deseo lo que estoy pasando». «Es una situación muy dura para mí y mi familia, mi patrimonio está en sede judicial».

Máximo Caturla, el otrora todopoderoso consejero de Ciegsa, secretario autonómico de Hacienda y vicepresidente de la diputación, se presentó ayer en la comisión de investigación que indaga los sobrecostes de la empresa pública (que el actual Consell cifra en más de mil millones), como una víctima. «Inocente», repitió varias veces. Evitó entrar al fondo de ninguna cuestión y si se acercó en algún momento, él mismo puso el frenó. «Mis abogados no me dejan», dijo.

Caturla, que dimitió de todos sus cargos en mayo de 2015 después de que se le escuchara en conversaciones sobre cobro de comisiones, negó ser el recaudador para el PP, el cobro de mordidas a constructoras de colegios o que se hayan generado sobrecostes. No ya de mil millones como defiende el Consell, sino de un solo euro.

Presunto jefe de la red

Caturla es, según los investigadores, uno de los presuntos jefes de la red de mordidas en la obra pública desmantelada en la Operación Taula en la que acabaron detenidos ex cargos del PP como el propio Caturla o Alfonso Rus. Durante su gestión en Ciegsa se realizaron actuaciones por 439 millones que generaron una factura final de 565 millones, un total de126 millones, el 28,6% más.

«Hubo obra que costó más dinero, hubo un mayor coste, pero no sobrecostes y esa cifra de mil millones no se la puede creer nadie porque no es real», se defendió ayer Caturla, con una línea argumental similar a la que ya han utilizado en la comisión de Ciegsa el expresidente Francisco Camps o los exconsellers Gerardo Camps o Alejandro Font de Mora.

Admitió que tuvo un conflicto importante con Alfonso Rus, «una ruptura muy fuerte», según sus palabras, pero negó que él o Rus se hubieran llevado dinero y tampoco que hubiera visto que alguien lo hiciera. «Ni para el PP, ni para nadie», reiteró. «En cada obra hay seis técnicos y nadie denunció nada porque no hubo nada».

En su opinión, la palabra sobrecostes se ha tergiversado, manipulado y falseado y defendió que la empresa realizaba muy buenas infraestructuras «que pueden durar cien años», remarcó.

Caturla se ofreció a los diputados que le interpelaron en la comisión para analizar con ellos cada uno de los expedientes adjudicados durante su etapa: «Si hubiera en ellos alguna responsabilidad de mis actos quiero asumirla. No quiero eludir mis responsabilidades porque se que se ha hecho todo correctamente y legalmente», añadió el ex alto cargo.

«No hablé con Camps de Ciegsa»

Caturla dijo que el exconseller de Educación Esteban González Pons sí avalaba alguna contratación, pero negó haber tratado cuestiones relacionadas con Ciegsa con el expresidente Camps, de quien aseguró que realizó «un excelente» trabajo durante sus años en la presidencia del Consell.

Según publicó este diario, Caturla adjudicó ocho colegios a empresas de la trama mientras era presuntamente el «cajero» del PP. Anticorrupción y la Guardia Civil tienen en el punto de mira cinco centros con sobrecostes donde se podrían haber pagado mordidas. Pero Caturla negó ayer hasta que tuviera poderes en Ciegsa.