Sin salirse del guión pero marcando las tintas, más que nunca, en su apuesta por una sanidad pública y universal, además sostenible y eficiente. Así fue ayer el discurso en el Foro Europa. Tribuna Mediterránea de Nueva Economía que ofreció la consellera de Sanidad, Carmen Montón. Como era de esperar, y como ya había hecho en ocasiones anteriores, Montón se centró en defender lo ya hecho desde su llegada al Consell en julio de 2015 y los frutos que ese empeño por «devolver la sanidad a lo público» y abrirla a todos «más allá de su situación administrativa» estaban dando, tanto en mejoras para el paciente como ahorro para las arcas públicas.

En esta vertiente se enmarca la que quizá fue una de las pocas novedades que dejó la consellera sobre la mesa: los 300 millones que la administración sanitaria espera recoger tras cerrar todas las liquidaciones hasta 2015 de los cinco departamentos de salud bajo concesión administrativa (Alzira, Dénia, Manises, Torrevieja y Elx-Crevillent). Según adelantó Montón, este año tienen previsto ponerse al día en Alzira donde faltan el cierre de 2013, 2014 y 2015 y ya se ha «notificado a la empresa el inicio del trámite» para cerrar estos tres años. De aquí a 2018, la intención es cerrar también los años pendientes en el resto de departamentos, tarea nada fácil porque, por ejemplo en Dénia -que está en gestión privada desde 2009- no se han llegado a realizar nunca.

«Incumplimiento reiterado»

En respuesta al anuncio de la consellera, desde Ribera Salud aplaudieron ayer que por fin se vayan a realizar las liquidaciones «solicitadas reiteradamente en escritos semanales», al tiempo que resaltaron el «incumplimiento» de la Generalitat en realizar el trámite anualmente. La administración no ha dado el paso hasta que la Intervención General de la Generalitat ha emitido su informe sobre las concesiones, en el que ha dado el visto bueno a lo ya hecho en Alzira hasta 2012 y dejando la puerta abierta a que los mismos criterios se apliquen en el resto de áreas vista las «irregularidades en los contratos» o la «dejación de funciones de control» del PP, tal como ayer recordó Montón.

Tampoco se salió la consellera del guion en su apuesta por «recuperar la sanidad a lo público» que empezará a tomar forma en abril de 2018 con la reversión de Alzira. «Lo público nos da confianza, es equidad y cohesión social» y elimina de la ecuación «el beneficio empresarial», la única diferencia que, según dijo, habrá en Alzira del 31 de marzo al 1 de abril. Al respecto, la consellera sí puso cifra a las inversiones que desde Atención Primaria y los municipios estaban demandando: 6,9 millones «de urgencia» para atención primaria y a reforzar recursos en el área de oncología. Preguntada sobre la posible reversión antes de tiempo de Dénia -anunciada en su día por Ximo Puig tras conocerse la intención del socio mayoritario DKV de dejar la concesionaria-, Montón utilizó una fórmula que hubiera valido meses atrás: «Terminaremos la legislatura con dos concesiones» revertidas aunque se guardó «fechas y datos» por «prudencia».

Es posible que la liquidación en Dénia y la cantidad a pagar por la empresa juegue un papel importante si se apuesta por el traspaso de acciones.