PSPV y Compromís han acordado la continuidad del socialista Gabriel Echávarri al frente de la alcaldía de Alicante, aunque con unos «plazos y condiciones» marcados por la formación nacionalista. Podemos, sin embargo, insiste en que dimita o sea cesado.

El portavoz en Corts de Compromís, Fran Ferri, aseguró ayer que el acuerdo alcanzado con el PSPV para reformar el pacto entre ambas formaciones en Alicante «no supone un cheque en blanco» a Echávarri y marca «unos términos» para que siga al frente de la alcaldía.

«Si esas condiciones no se dan, el señor Echávarri se ha comprometido, dentro de este pacto y ese no cheque en blanco, a que deberá dimitir», dijo Ferri, quien consideró que se trata de «un buen acuerdo».

«Hemos conseguido lo que queríamos, que nazca un compromiso por parte del señor Echávarri de que si los temas judiciales que afectan a la ética de este pacto van adelante, deberá dimitir y por tanto facilitar que haya una refundación de este pacto», añadió.

El secretario de organización del PSPV, José Muñoz, señaló que aún no hay nada firmado. «Tenemos que estar a la espera de las novedades judiciales y procesales Conforme se vaya desarrollando el proceso judicial iremos viendo las decisiones que se adoptan».

Por su parte, el secretario general de Podemos, Antonio Estañ, remarcó que Echávarri debe dimitir o ser cesado porque sus dos imputaciones «son el culmen de una serie de incumplimientos que ponen en riesgo el cambio en Alicante».

Por su parte, la portavoz del grupo municipal de Ciudadanos (Cs) en Alicante, Yaneth Giraldo, acusó a Compromís de falta de seriedad, al exigir «machaconamente» la dimisión del alcalde y luego «claudicar».

Echávarri, mientras tanto, salió ayer «tranquilo» de declarar como investigado ante la Fiscalía por el despido de la cuñada del portavoz del PP en el ayuntamiento, Luis Barcala. Dijo que contó todo el relato de hechos y recordó que ya antes de ocupar el cargo tenía el «compromiso de regularizar las situaciones irregulares» que hubiera en el consistorio.