El descenso es apenas perceptible, pero ahí está. El mestizaje y los equilibrios en el gobierno del Botànic cada vez son más simétricos en lo que a los presupuestos se referiere. Con respecto al año pasado se ha acortado la diferencia entre el volumen de fondos que manejan las conselleries socialistas y las de Compromís.

En concreto, para 2018, las carteras dirigidas por el PSPV se llevan un 53,49 % del total con el que trabajan las diferentes áreas de gobierno de la Generalitat. Siguen llevando la mayoría del peso, pero ligeramente menor. La coalición, por su parte, se lleva el 46,51 % de ese total. Esto significa que los socialistas han perdido el 0,8 % que han ganado los de Compromís respecto a las cuentas de este año.

Sin duda, el área que hace que la balanza se incline hacia el lado del puño y la rosa del gobierno del Botànic es la de Sanidad, con un presupuesto de más de 6.390 millones de euros. La mayor parte de este grueso se lo lleva la asistencia sanitaria, que este año ha aumentado en un 4 % su peso respecto a las cuentas de 2017. Para equilibrar la báscula, en el lado de Compromís está Educación, con más de 4.720 millones. Ambas suman el 90 % del gasto en personal de la Generalitat.

Siguiendo en Compromís, la coalición cuenta con la conselleria más pequeña en cuanto a peso económico: Transparencia. Suma para este año poco más de 39,6 millones de euros, cerca de cinco millones más que el ejercicio pasado que está a punto de terminar.

La conselleria que más ha crecido respecto a 2017, y de ahí la explicación del acortamiento de la diferencia entre las carteras de PSPV y Compromís, es el área de vicepresidencia, que recae en Compromís a través de la figura de Mónica Oltra. En concreto, recibirá en 2018 un 13,8 %. La siguiente que más ha variado al alza su cifra interanual es Agricultura (la consellera Elena Cebrián es independiente, pero propuesta por Compromís), con un 11,1 %.