La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ha arrancado hoy su intervención en la sesión de control de las Corts con un reconocimiento a la figura de la exalcaldesa de València, Rita Barberá, fallecida hoy hace un año. Nada más subirse al estrado, Bonig ha expresado un “reconocimiento merecido” en nomnbre del PP y en el suyo propio “a una persona que transformó esta ciudada y desde aquí siempre mostró su pasión por València y los valencianos”.

Sus palabras (Bonig no ha citado a Barberá por su nombre) han sido recibidas con aplausos de la bancada popular. El gesto de la lideresa de los populares valencianos pueden interpretarse como un suerte de acto de desagravio hacia Barberá, quien en septiembre de 2016, es decir dos meses antes de su muerte, fue reprobada unánimente por las Corts. Ese 15 de septiembre de 2015, las Corts aprobaron por unanimidad (95 diputados, incluidos los del PP) una resolución por la cual las Corts exigían a Barberá que renuncie al cargo de senadora territorial “para salvaguardar la dignidad de la representación de los valencianos”.

Este pleno tuvo lugar poco después del anuncio primero del Supremo de apertura de una causa contra Barberá por el blanqueo del PP de Valencia y el posterior comunicado de la exalcaldesa en el que anunciaba que dejaba el PP, pero conservaba el acta. Solo dos diputados (el entonces presidente provincial Vicente Betoret y Miguel Domínguez) no acudieron a la sesión vespertina en que se aprobó la moción contra Barberá. Aunque durante el pleno, el PP siguió defendiendo la presunción de inocencia de Barberá, la decisión de Bonig de apoyar la reprobación generó gran controversia interna, si bien ninguno de los diputados y diputadas presentes expresaron su desacuerdo. También supuso la ruptura definitiva entre las dos dirigentes valencianas.

Un año después de su muerte, el PPCV ha ido reconociliándose con la figura de Barberá. No es la primera vez que Bonig, a quien durante un tiempo le unió una estrecha relación con Barberá, pone en valor su legado. La presión por la operación Taula y, en concreto, sobre la exalcaldesa empujó a Bonig a distanciarse de la exalcaldesa e incluso solicitarle el acta, algo que también hicieron muchos miembros de la dirección nacional de Génova. En varias ocasiones, la presidenta del PPCV ha admitido que fue uno de los peores momentos políticos vividos desde que tomó las riendas del partido. Lo ocurrido hoy, sin embargo, tiene carga simbólica por producirse en la institución que pidió su marcha. Precisamente, ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en declaraciones a este diario, indicó que cada día que pasa Barberá es acreedora de un mayor reconocimiento.