El PSPV de València no quiere que los socialistas de la terreta sean los que más pagan de España por ser militantes. Sucede así porque en 2009, en tiempos de Jorge Alarte como secretario general, se aprobó un complemento de 2,5 euros al mes a la cuota estatala (cinco euros) para hacer frente a las deudas del partido por los costes de los procesos judiciales contra la corrupción del PP y por la hipoteca de la sede de la calle Blanqueries.

Hoy, los juicios están cerrados y el edificio central se acaba de vender a una empresa hotelera, así que la agrupación de Moncada ha presentado una enmienda al congreso de la provincia de València de mañana para que se aborde un estudio «con la intención última de dejar sin efecto y anular la parte de la cuota del militante procedente de la deuda histórica».

Como en el último congreso federal se acordó subir la cuota en toda España de 5 a seis euros, el último recibo girado a los militantes del PSPV es de 8,5 euros. Con la citada propuesta, que previsiblemente saldrá adelante, el PSPV de la provincia, liderado por la sanchista Mercedes Caballero, pedirá a Puig pagar como las otras federaciones: 72 euros al año, y no 102.

Otras enmiendas inciden en un debate histórico en el PSPV: potenciar la estructura comarcal sobre la provincial, impuesta por Ferraz para toda España. El congreso federal ya rechazó dar libertad a los valencianos para organizarse. La propuesta de la dirección provincial es abundar en la complementariedad de todas las estructuras. Dada la mayoría de Caballero, es la tesis que saldrá adelante.