Los partidos que conforman el Consell del Botànic, PSPV y Compromís, y su socio externo que ha permitido aprobar los presupuestos de 2018, Podemos, han firmado esta mañana un acuerdo que permite a la formación morada ejercer el control de las cuentas durante el próximo ejercicio. No se trata de un anexo al pacto firmado en junio de 2015 que acabó con 20 años de gobiernos del PP. El acuerdo se ciñe exclusivamente a los presupuestos y por eso se firma en las Corts Valencianes y no en el contexto de las reuniones de seguimiento del Pacte del Botànic.

La firma se produce para dar imagen de unidad después de semanas de tensión por el complicado acuerdo de presupuestos. Así los máximos representantes de PSPV, Compromís y Podemos han firmado esta mañana un acuerdo sobre unas líneas básicas que el partido de Antonio Estañ había reclamado y que básicamente pasan por una mayor transparencia del proceso de ejecución de los presupuestos, que el conseller de Hacienda, Vicent Soler, explique cada trimestre el grado de desarrollo y que se blinden las partidas sociales en las cuentas de 2018. Ximo Puig, Mónica Oltra y Antonio Estañ han asegurado que con este acuerdo el pacto queda blindado ante cualquier terremoto interno y externo.

Los partidos se comprometen a mejorar los mecanismos de seguimiento, fiscalización y participación así como la protección de las partidas sociales, de forma que se favorezca una mejor claridad y facilidad para el acceso de la ciudadanía a las cuentas públicas. Los estados de ejecución de las cuentas se enviarán a las Corts, además de que el conseller Soler acuda cada tres meses. Las partidas sociales que quedan blindadas ante posibles cambios son las que afectan a servicios públicos esenciales de forma que si las dotaciones iniciales previstas no fueran suficientes deberán cubrirse hasta que queden garantizadas. No se podrán realizar, según el acuerdo, modificaciones presupuestarias que supongan menores gastos en servicios públicos esenciales.