La Fiscalía Provincial ha pedido a la Diputación de València el historial laboral de Carles Recio, el funcionario que estuvo diez años sin trabajar, aunque sí fichaba cada día y cobraba religiosamente cada mes.

Hasta el pasado verano cuando se le abrió un expediente disciplinar y fue despedido. Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de los hechos, el ministerio público ha reclamado la vida laboral del funcionario en la institución provincial, con expreso detalle de toda la documentación relativa a su nombramiento en 2006 como jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica.

Esta última decisión, adoptada por el entonces presidente de la Diputación de València y alcalde de Vallada, Fernando Giner, también va a ser examinada por el ministerio público, ya que la Fiscalía ha solicitado información exacta sobre las circunstancias que rodearon la creación de esta nueva plaza.

Unos hechos que podrían constituir un presunto delito de malversación de caudales públicos y prevaricación, según argumentó la directora del Archivo-General y Biblioteca de la Diputación de València que también fue expedientada junto a Recio.

La directiva explicaba, y así lo trasladó la diputación a la Fiscalía, que el puesto de trabajo creado para Recio era «ficticio» y que nunca llegó a ser ejercido por el funcionario. El decreto que firmó Giner para crear la plaza ocupada por el funcionario «zombi» estipulaba que debía encargarse de supervisar los fondos bibliográficos del archivo de la Diputación de València, exposiciones y publicaciones. Entre los detalles reclamados por la Fiscalía, también figura la petición sobre la existencia de presupuesto para la nueva plaza de trabajo creada para Recio y la justificación que se argumentó.