El negocio de la extinción de incendios en la C. Valenciana comienza a abrirse. Poco, pero se abre. La empresa murciana Rotorsun se hará, a falta de posibles alegaciones, con uno de los lotes del megacontrato de helicópteros que está a punto de adjudicar la Generalitat para la extinción de incendios los próximos cuatro años por 46 millones.

La firma se cuela así en el contrato público de la Generalitat, un concurso controvertido que en los últimos 15 años ha estado dominado prácticamente en exclusiva por dos firmas: Avialsa como proveedor de aviones e Inaer en lo que refiere a los helicópteros. Ya sea en UTE o en solitario, los contratos se han ido sucediendo con estas dos empresas como únicas licitadoras.

De hecho, ambas compañías se han visto salpicadas por la investigación de presuntos amaños que llevó a la detención del exconseller de Gobernación Serafín Castellano. Tanto Avialsa como Inaer (que hace poco se cambió la marca por la de su matriz Babcock) aparecen en el auto del juez de instrucción de Sagunt en que acuerda la creación de cuatro piezas separadas, una de las cuales se investiga en la Audiencia Nacional, el llamado cártel del fuego. Empresas de diferentes puntos de España se habrían repartido presuntamente el mercado autonómico de la extinción de incendios durante años.

La propia Dirección General de Emergencia remitió en febrero de 2016 un informe a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) alertando de posibles conductas anticompetitivas en este sector. «Durante 15 años tan solo se ha presentado una única empresa a cada licitación, resultando adjudicataria siempre la misma empresa, Avialsa T35 SL, para los concursos públicos de aviones, y la empresa Inaer Helicópteros SAU, en los concursos públicos de helicópteros», avisaba.

Para abrir la concurrencia y elevar el número de empresas participantes, precisamente, la Dirección General de Emergencias decidió crear cuatro lotes para este contrato. Así podrían optar empresas más pequeñas sin necesidad de tener una gran cantidad de aparatos.

Según fuentes de la administración, Rotorsun es en estos momentos preadjudicataria del primero de ellos, que se corresponde con tres helicópteros medios de 12 plazas durante todo el año para transporte de brigadas y lanzamiento de agua. Su oferta fue de 12,09 millones de euros, con una rebaja de 2,15 millones, un 15%.

A falta de que se firme el contrato, Rotorsun, con sede en Águilas (Murcia), ya es preadjudicataria. La empresa tiene una trayectoria de 25 años y es contratista de, entre otras administraciones, la Diputación de Alicante.

Para el resto del concurso, tal como ya adelantó este diario, la firma Babcock (actual denominación de Inaer) se ha quedado con los otros tres lotes, al ser la única en presentarse. Su oferta de 29,1 millones incluye una rebaja de 2,94 millones sobre el presupuesto de licitación.

De algún modo, la mayor concurrencia ha logrado el objetivo de la Dirección General de Emergencias de José María Ángel de obtener rebajas en las ofertas. En total, la administración va a ahorrarse casi 5,1 millones de euros, una baja del 11% respecto a los 46,3 millones más IVA del presupuesto inicial.

Un mercado con pocos actores

En todo caso, la escasez de licitadores (solo se presentaron Inaer, Rotorsun y Sky Helicópteros) demuestra que se trata de un sector con muy pocos actores, ya que requiere activos y grandes inversiones. En el ámbito de los aviones, otras dos empresas salpicadas por la investigación de presuntos amaños lograron en 2017 el contrato por un año al ser las únicas licitadores. La UTE de Faasa y Martínez Ridao se impuso en el primero concurso del nuevo Consell al que decidió no optar Avialsa.