«El pequeño desastre que es la Fórmula 1», en palabras de la exasesora de Presidencia de la Generalitat, Belen Reyero, estaba dirigido al detalle por el exjefe del Consell, Francisco Camps, impulsor de la celebración del evento, negociador directo con el patrón de la F1, Bernie Ecclestone, y quien tenía la última palabra en todo el proceso, según declaró ayer la abogada y estrecha colaboradora del expresidente, ante el Juzgado de Instrucción 2 y la Fiscalía Anticorrupción.

Reyero ya declaró el 13 de abril de 2016, como testigo, en el caso Valmor. Entonces negó haber recibido órdenes directas o indirectas de Camps y sólo admitió «una llamada» de Presidencia de la Generalitat para que se firmase urgentemente la prórroga del contrato de la F1 del 19 de julio de 2011, días antes de que Camps dimitiera por la causa de los trajes, en la que resultó absuelto.

Dos años después, la exasesora de Camps ha cambiado radicalmente de versión. Entre otras razones porque durante el tiempo transcurrido desde su primera declaración, la Unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) de la Policía clonó su ordenador en la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) y descubrió comprometedores correos y documentos que confirman su estrecha implicación en toda la gestación del gran evento y detalles como que se amañaron los contratos de diseño y dirección de obra del circuito.

De ahí que Reyero admitiera ante la jueza y el Fiscal Anticorrupción que «todo era idea de Camps» y que «él llevaba las negociaciones». De hecho, admitió que el contrato inicial para organizar la Fórmula 1 era entre la Generalitat y Ecclestone, aunque como el canon era muy elevado y suponía desembolsar grandes cantidades de dinero al entonces presidente del Consell se le ocurrió «meter a [José Luis] Olivas», exjefe del Consell y entonces presidente de Bancaja.

También el detalle de que en toda la operación existiera un respaldo económico por parte del Consell que, a como evidencia el último informe de la UDEF aportado a la causa, también era una obsesión de Bernie Ecclestone, que la Generalitat avalara todos los contratos y actuaciones que se negociaban para organizar las cinco carreras que se celebraron (2008-2012).

A pesar de que la organización de la Fórmula fue un fiasco económico desde el primer año en el que se organizó (2008), la exasesora de Presidencia (2004-2007) y extrabajadora de SPTCV, también explicó que las cifras negativas del evento eran conocidas por los responsables de la Generalitat. A pesar de este desastroso resultado, «Camps quería diez años más» de carreras de bólidos por los Poblats Marítims.

Además de Francisco Camps, con quien tenía hilo directo estuviera en Presidencia o en SPTCV, Reyero también admitió que otros de sus interlocutores eran los exvicepresidentes del Consell, Vicente Rambla y Gerardo Camps, que se sucedieron como «responsables del evento» a nivel político.

A parte de pulir detalles de la negociación entre Camps y Ecclestone, Reyero también se ocupaba de detalles tan curiosos como negociar para que un equipo de Canal 9 pudiera entrar al Circuito de València para obtener imágenes del entonces jefe del Consell, ya que los derechos televisivos sólo los tenía La Sexta, según informa la agencia Europa Press. Eran imágenes «for internal consume, only for the valencian TV», según un correo de Reyero recogido por la UDEF.