Jorge Fauró, Alicante

Terra Mítica no podrá vender los terrenos de su área de expansión antes del límite de plazo para levantar la suspensión de pagos, fijado el 7 de abril.

La lentitud administrativa -el parque está pendiente de una licencia que debe conceder el Ayuntamiento de Benidorm- para segregar del ámbito del complejo los 216.000 metros cuadrados de suelo sobre el que se podrá edificar tras cambiar su uso urbanístico, impide a la empresa culminar la venta del terreno antes del límite para presentar un acuerdo a los acreedores que impida la quiebra. Para cuando licencia de segregación sea operativa, el parque ya estará fuera de plazo. La imposibilidad de subastar la propiedad y, por tanto, de obtener ingresos ha obligado a la mercantil de Benidorm a renegociar un nuevo acuerdo con las entidades financieras que facilitaron la construcción del complejo. Los más de 20 bancos y cajas de ahorros acreedores de 83 millones de euros habían aceptado cobrar la mitad de la deuda previa garantía de obtener dinero por la venta de suelo.

Sin embargo, para efectuar la subasta es necesario un último trámite que no depende ni del parque ni de la Generalitat, sino del Ayuntamiento de Benidorm, opuesto frontalmente a la medida. La empresa solicitó hace semanas una licencia para segregar la parcela y presentó días después el preceptivo proyecto. La tramitación del permiso y, en consecuencia, la obtención de todos los parabienes administrativos para poner los terrenos en el mercado, no estarán ultimados antes de un mes. Pese a que la fecha límite es el 7 de abril, los bancos han aceptado una espera en el pago. La alternativa es rechazar esta solución, liquidar la sociedad y repartirse sus atracciones.

Opuestos a inyectar más capital para solventar la crisis, los principales socios del parque (CAM, Bancaja y la Generalitat) concluyeron que la única vía de salvación pasaba por convertir en edificable parte del complejo. No contaban con la división interna del Partido Popular. Contra un acuerdo del pleno de Benidorm, de mayoría zaplanista, el Consell resolvió modificar el rango urbanístico del área de expansión. Con su venta, Terra Mítica espera obtener entre 40 y 50 millones de euros que servirán para saldar cuentas con los bancos del crédito sindicado y los pequeños proveedores, a los que se han pedido rebajas en los pagos en función de su volumen de deuda. Para poner las cuentas a cero, los tres grandes accionistas convertirán la deuda en capital. De los 219 millones de euros que la empresa de Benidorm debe a sus acreedores, a la Generalitat, Bancaja y la CAM corresponden algo más de 109. La Administración autonómica lleva invertidos en el parque temático 91,5 millones de euros que no podrá recuperar.

Un hotel y apartamentos

Para poder pagar a los acreedores, Terra Mítica acordó desgajar una parte de sus terrenos de expansión para poder construir en ellos, subir así el precio del suelo y hacerlo atractivo para los inversores.

La modificación de uso de los 216.000 metros cuadrados de superficie permitirá a los futuros propietarios levantar un hotel de cinco estrellas y apartamentos turísticos.

Según las previsiones, el 60% de la superficie se dedicarán a apartamentos, en su gran mayoría, y, en menor medida, a uso hotelero, repartidos en 108.000 y 25.000 metros cuadrados respectivamente. Junto a la zona donde se permitirá la construcción, además, se habilitarán otros 23.400 metros para zona verde, al tiempo que se han reservado más 60.000 para poder desarrollar nuevos viales de comunicación.

La venta de activos -recomendada por los interventores de la suspensión de pagos de Terra Mítica- resultó ser la única alternativa viable para lograr ingresos una vez acreditadas las pérdidas del parque.