Levante-EMV, Valencia

El cardenal arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, defiende en su carta de esta semana la necesidad de una legislación que favorezca la familia y llama a "exigir a los gobernantes el establecimiento de leyes justas, fundadas en la ley natural". El prelado sostiene que la Iglesia "no quiere imponer nada a nadie, pero el Evangelio tampoco se calla ante quienes pretenden imponerlo todo" y recuerda que "la familia no es una institución cualquiera de la sociedad, sino su célula básica".

Por ello, advierte de que los "cambios legales económicos que perjudican a la familia son negativos para la sociedad" y lamenta que España "se haya convertido en uno de los países con más baja natalidad de Europa".

De igual forma, señala que las leyes "que desdibujan el contorno y la definición de la familia acaban creando desconcierto, inseguridad e inestabilidad en la propia sociedad", que hace constar que "todos necesitamos un entorno estable y seguro para desenvolvernos". Por ello, "las leyes que favorecen la desintegración unilateral y sin causa de la familia la privan de toda eficacia y estabilidad", señala.

Sexos complementarios

En su carta, que titula Leyes justas y familia, el cardenal afirma que la existencia de la familia "es anterior a la de las Naciones, los Estados y las Comunidades" y resalta la "importancia esencial que la naturaleza ha dado a la existencia de sexos complementarios para generar vida y para conformar el núcleo esencial de la familia". Ante esta realidad, la Iglesia "no se cansa de proclamar la relevancia fundamental de la familia en cada individuo, en la propia sociedad, y también en el desarrollo del futuro del mundo y de las relaciones internacionales".