Ramón Ferrando, Valencia

Cuatro jóvenes se sentaron ayer en el banquillo de los acusados del juzgado de Instrucción número siete de Valencia por hacer pintadas en una de las acera de la calle Colón contra la violencia machista. Los acusados, según admitieron en la vista, actuaron a las dos de la madrugada del 22 de noviembre de 2007 para protestar contra los malos tratos. Los cuatro jóvenes, que son estudiantes, querían que las pintadas estuvieran en la calle el 25 de noviembre, que es el día que se celebra la lucha contra la violencia de género.

Las pintadas eran siluetas de mujeres en el suelo. Una treintena de personas se concentraron en la puerta de la Ciudad de la Justicia minutos antes de que empezara el juicio para denunciar que la lucha contra el machismo "no es ningún delito". Los cuatro jóvenes podrían ser condenados a pagar sendas multas de 20 euros.

Los acusados, del colectivo Maulets, fueron sorprendidos por la Policía Local de Valencia, que abrió diligencias contra ellos por una falta de daños en la vía pública. Uno de los denunciados explicó al juez que "los cuatro estábamos haciendo las pintadas. Era por un motivo político porque estamos en contra de la violencia de género. Expresamos nuestro rechazo al sistema patriarcal". El joven insistió en que "diluimos la pintura en agua para hacer el menor daño posible y para que se borrara en unos días con las pisadas de la gente. No pintamos los escaparates ni el mobiliario urbano, sólo actuamos en la acera".

El fiscal pidió que sean condenados a pagar sendas multas de 20 euros, la pena mínima, "por su condición de estudiantes y con independencia de sus motivaciones".