Después del paso de gigante dado por el Olimpic en La Murta el pasado domingo con la victoria ante el Mallorca B, junto a lo favorecedoras que han resultado para nuestros colores las confrontaciones de los equipos de nuestra liga, el panorama ha dejado de ser angustioso por primera vez en esta temporada. Hemos dejado de ser el equipo menos goleador del grupo, aventajamos ya a San Andrés y Elche Ilicitano y en cuanto a goles encajados nos han batido menos veces que al Olot, Alcoyano, Villarreal B, Mestalla, Español B, Atletico Baleares, Cornellà, Eldense, Zaragoza B, San Andrés y Elche Ilicitano.

Son simplemente matemáticas, que no fallan y que en este caso quieren decir que en defensa somos de los mejores a pesar de haber sufrido toda clase de ausencias por enfermedad, expulsiones, lesiones y en un único caso por error en la elección de jugadores, corregido demasiado tarde. Así pues, solo sería necesario sacar tres o cuatro puntos de las siete jornadas que quedan por jugar para alcanzar la permanencia en la categoría, objetivo principal del club según manifestaciones del presidente Rus. En consecuencia la salida a Elda de mañana tiene la importancia de dejar zanjado el tema de la permanencia en caso de ganar y si se pierde esperar las dos próximas jornadas que se jugaran seguidas en casa ante Huracán y Villarreal B. Dos huesos duros de roer pero asequibles para nuestro equipo que atraviesa un buen momento de moral y ha recuperado a todos sus hombres, excepto Rifaterra.

El equipo es casi seguro que dará su mejor imagen como viene haciéndolo últimamente y contará con el apoyo de su afición, algo que nunca ha escatimado, aunque temerosa por el próximo futuro de nuestro Olímpic ante la posibilidad que deje de dirigirlo Alfonso Rus. Volver al pasado en Tercera y Regional Preferente sería muy duro después de haber saboreado una categoría importante como es la Segunda División B.