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el mirador del benicadell

un reto territorial bendecido

Las Comarcas Centrales Valencianas, también conocidas como la Diània, que tuvo su esplendor histórico en los siglos XIV y XV, o sea sus origens, vuelven a emerger tras unos intentos de reconstrucción territorial pero no con visos de ser la cuarta provincia, dícese de la que instauró el rey Jaume I, "el País de las Montañas o Governació d'enllà lo Riu Xúquer". Fue a inicios de la década de los 90, desde el Institut Alfons El Vell, pasando por la publicación universitaria que dirigió la profesora Julia Salom —o los intentos comunicativos por tejer estas comarcas a cargo de la valldalbaidina Crònica o el suplemento semanal de Levante EMV— hasta llegar a la pólvora mojada que representó la constitución, en 1997, del Consorcio de les CCV, presidido por Alfonso Rus. Ha llovido mucho desde ese momento. Por eso con todas las cautelas que mandan los cánones, pero con esperanzas renovadas, cabe saludar que en una fecha señalada, históricamente, como la del pasado viernes 20 noviembre, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, haya asistido a la ciudad anfitriona, Ontinyent, a bendecir los primeros pasos de la reactivación del Consorci de les CCV. O como finalmente se bautice, porque es bien sabido que el hábito, o el nombre en este caso, no hace al monje.

Las cosas han cambiado mucho en poco tiempo. Nada que ver este pistoletazo de salida con el fallido del 97. Ahora la sede anfitriona era las instalaciones de la Caixa de les Comarques, su Centre Cultural, que esta imprimiendo un dinamismo a la ciudad. Pero el maestro de ceremonias no era un conseller de Hacienda como entonces José Luis Olivas, del PP, actualmente imputado y uno de los máximos responsables de exterminar el sistema financiero valenciano. Esta vez para alentar el despegue acudió el propio presidente de la Generalitat a apoyar la reactivación con el objetivo de "coser" el territorio valenciano.

Frente a aquella sesión o acta de nacimiento, de hace 18 años, que tuvo visos también de defunción, en la que salió entronizado como presidente Rus —una apuesta nefasta— ahora, tras la jornada del viernes, la mirada y los objetivos se dirigen a buscar fórmulas que reactiven el Consorci de les Comarques Centrals, como catalizador que impulse el "renacimiento" del territorio valenciano a partir de comarcas como estas. El debate y los calendarios para su construcción ya están abiertos. Lo cual no significa que a partir de aquí todo vaya a ser un paseo militar. Por de pronto desde Compromís ya han hecho oír su voz disconforme, con los ninguneos que piensan estar recibiendo, inicialmente, cuando todas las partes son necesarias para el fin común. Al menos eso piensan que sucede con parte de la tropa que dirige el batle ontinyentí, Jorge Rodríguez, uno de los artífices en la repesca del proyecto supra comarcal.

Que como resultado de la jornada se de paso al Consell Econòmic i Social (CES) «para reivindicar intereses comunes» o que en enero se reconstituya o se elija un presidente para el Consorci formalmente queda muy bien. Pero deben aprender de los errores pasados, y no poner al frente del proyecto a alguien que, como pasó con Rus, sólo busque su influencia o beneficio personal pero que no dé un palo a la gestión. Como aludió el presidente de Balearia, deberán buscar a alguien que tire del carro las 24 horas. De verdad.

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