El modisto de Xàtiva Miquel Suay presentó días atrás en el marco de la pasarela 080 Barcelona Fashion su nueva colección Eight, con un diseño vanguardista entregado al hombre de negocios actual, ofreciendo comodidad, versatilidad y elegancia en sus outfits. Refinamiento italiano llevado a la transformación de diseños y mezclas insólitas para encajar con las necesidades del hombre moderno, exponen desde el taller del diseñador setabense. Este hombre Eight busca la novedad sin renunciar a su propia alma y estilo. Una colección innovadora que mantiene el espíritu de los diseños de Suay.

En la colección, los tejidos tecnológicos se combinan con géneros más tradicionales, como los elastanos y las lanas, creando prendas confortables y agradables. Una paleta de color austera con azules, grises, granates y negros, hacen de nexo de unión entre la gran variedad de texturas geométricas.

El ocho es un número trascendental, histórico, fetiche desde tiempos inmemoriales. Objeto de adoración de culturas milenarias como la china, que halla en el ocho el número de la suerte. Es el número de la organización, la perseverancia y el control de la energía para producir logros materiales y espirituales. Su curva superior posee el poder de la realización en el mundo mental y espiritual, mientras que en su curva inferior reside la abundancia material.

Eight es un equilibrio de energías que canalizan la creatividad, materializando una producción que combina tradición y modernidad. La nueva colección de Miquel Suay es este ocho que representa movimiento en una imagen de permanencia, remarcan. Un claro camino hacia el infinito, buscando la armonía y dejándose llevar por el movimiento de la vida cambiante.

Entre los asistentes al desfile de Miquel Suay —que contó con el modelo Jon Kortajarena, que abrió el desfile— estaba Walter Salles, director de cine brasileño, que prefirió ver el desfile junto al diseñador en el backstage. El desfile, que tuvo lugar en la Casa Llotja de Mar de Barcelona, comenzó con una performance de bailarines masculinos con el pecho descubierto, luciendo un dibujo del número 8, número fetiche del creador.