Los parados, los jóvenes y los jubilados tendrán preferencia en el acceso a los huertos urbanos y sociales de Ontinyent. Así lo establece la ordenanza reguladora aprobada definitivamente por el ayuntamiento y hecha pública ayer por cauces oficiales. El documento señala que la cesión de las parcelas va dirigida en principio a toda la ciudadanía que tenga la necesidad y tiempo libre, «con preferencia a las personas paradas, jóvenes o jubilados». La cesión de las parcelas se realizará por un periodo de dos años, prorrogable a dos más.
La ordenanza regula el uso de los huertos urbanos, distinguiendo entre públicos y privados; y los huertos sociales. En el caso de los huertos privados, los propietarios tendrán que inscribir las parcelas en el Banc de Terres que Ontinyent ha creado con la ordenanza. Un «banco» que favorecerá la difusión de ofertas y demandas de tierras de cultivo y el contacto entre propietarios que ceden terrenos y agricultores que quieren cultivarlos.
El uso de los huertos sociales será para el desarrollo del Programa de Mesures d'Inclusió Social, para personas en riesgo de exclusión social. Los titulares de los huertos sociales no podrán comercializar los productos obtenidos, pero sí podrán intercambiarlos por productos con otros usuarios de huertos sociales y urbanos.
Los adjudicatarios de una parcela de huerta no podrán ceder el uso a terceros y aquellos que realicen una actividad económica tendrán que abonar la correspondiente tasa o canon de las ordenanzas fiscales, especifica el documento. La ordenanza de huertos urbanos establece obligaciones a los titulares, entre ellas, que no podrán dejar de cultivar el huerto en un plazo superior a seis meses; no se podrán cultivar especies que no sean para consumo humano; y no se podrán aplicar productos fitosanitarios clasificados como tóxicos o muy tóxicos. La ordenanza distingue también los huertos ecológicos, cuyos adjudicatarios estarán obligados a cultivar la parcela con criterios totalmente ecológicos, sin ningún residuo de adobos y pesticidas químicos.
Los beneficiarios de la cesión de un huerto urbano o social asumirán los gastos de conservación y mantenimiento de la parcela adjudicada, así como el consumo de agua. Por su parte, el Ayuntamiento de Ontinyent se hará cargo de las obras de renovación o reposición en las parcelas de huerto o en los elementos comunes.
Cesión a centros educativos
Respecto a la adjudicación de las parcelas, la ordenanza señala que solo se podrá presentar una solicitud por unidad familiar y el adjudicatario no podrá ser propietario o arrendatario de ningún huerto o terreno de cultivo ni en Ontinyent, ni en la Vall d'Albaida. El consistorio podrá adjudicar parcelas a escuelas, institutos y otros centros públicos de formación.
La iniciativa de los huertos urbanos persigue «apostar por la interacción de generaciones, la diversidad multicultural y el mantenimiento del entorno agrícola tradicional y el paisaje», señala la ordenanza, que también remarca como objetivo el «fomento de la agricultura ecológica» y el uso de los huertos «con fines sociales, educativos, terapéuticos o de ocio».
