Sobre el papel no pintaba mal, pero el resultado final no convence a nadie. El Ayuntamiento de Xàtiva ha paralizado las obras de peatonalización de la plaza del Mercat de manera temporal mientras reformula el controvertido proyecto. El agresivo acabado de los alcorques levantados sobre el pavimento y rematados con adoquines ha desatado una tormenta de críticas de vecinos, comerciantes y hosteleros. No solo por el mal gusto del diseño, en pleno corazón del centro histórico, sino porque los montículos elevados no resultan nada funcionales.

El consistorio trabaja ahora sobre un nuevo boceto técnico que contempla la supresión de los 9 alcorques ejecutados „con goteo incluido„ y destierra los árboles previstos en la plaza. Serán reemplazados por unas losas grandes de mármol para impedir el acceso a los coches, similares a las instaladas en la plaza del museo de l'Almodí. Fuentes municipales admiten que la intervención inicial propuesta por los técnicos«no era adecuada» para un enclave tan emblemático y de ahí la decisión de dar marcha atrás. Los montículos, además, suponían un obstáculo para los peatones que bajan de la calle Corretgeria, muy transitada.

Mientras sigue explorándose una fórmula viable para cerrar el Mercat al tránsito, desde el equipo de gobierno quisieron ayer lanzar un mensaje de tranquilidad. «La actuación terminará siendo beneficiosa y satisfactoria para todos», afirmaron fuentes próximas a alcaldía a preguntas de Levante-EMV. En el ejecutivo se muestran «comprensivos» con la polémica que envuelve a las obras, pero aseguran que los planes para transformar la plaza del Mercat en un espacio libre de los coches «no se van a ver alterados». Estas fuentes justifican la suspensión momentánea de los trabajos porque la actuación ha de ser «lo más cuidadosa posible» con el enclave porque tiene «vocación de permanencia».

Entre algunos hosteleros también cunde el recelo ante la anunciada reordenación de las terrazas. Los responsables municipales aseguran que los locales deberán adaptarse a las nuevas condiciones, pero garantizan que los pubs y bares conservarán «los mismos derechos» y ganarán espacio en el centro de la plaza, aunque su mobiliario exterior cambie de sitio.

Los comerciantes del Mercat desaprueban la intervención y se quejan de la falta de información suministrada por el ayuntamiento. El PP tacha de «pésima» la gestión de las obras „presupuestadas en 40.000 euros„y reprocha al gobierno municipal que las paralice «sin dar explicaciones» e «incrementando la incertidumbre de los afectados». El ejecutivo sostiene que el nivel de participación «ha sido el adecuado» y recalca que la intervención se ha iniciado con 9 meses de retraso para habilitar aparcamientos alternativos a los que van a suprimirse en la plaza.