La repentina muerte del abogado Ignacio Barona en la madrugada del viernes al sábado ha causado una gran conmoción entre los numerosos conocidos de la familia. Una multitudinaria misa funeral a la que acudieron cientos de personas despidió al finado el domingo en la Seu de Xàtiva. El fallecido, de 64 años, deja viuda, Marisa Vidal, y tres hijos: Ignacio, Marisa y Guillermo. Ignacio Jesús Barona Oliver era hijo y nieto de notarios: su padre, José Barona Sanchis, fue notario de Pedreguer. Y su abuelo, Vicente Barona Cherp, lo fue de Xàtiva. A Ignacio le sobrevive un hermano, Antonio, también licenciado en derecho y que ejerce de procurador. En 2007 falleció su hermano José Vicente, que residía y ejercía como abogado en Dénia desde la década de los 70. Dos hijos de éste también ejercen la abogacía. Ignacio tenía su despacho en un céntrico edificio de Xàtiva, en la Porta de Sant Francesc, al lado de la cafetería Las Delicias. En los últimos años se había centrado en el turno de oficio.

La esposa de Barona, Marisa Vidal, es hermana de Ana, casada con el arquitecto Vicente Bolinches, y de Ricardo, ingeniero de caminos casado con Isabel Orquín. Su padre, fallecido años atrás, regentó hasta 1999 la afamada papelería Vidal de la calle Botigues, símbolo del comercio antiguo de Xàtiva. El hijo pequeño de Ignacio, Guillermo, militó hace cinco temporadas en el Olímpic.

Tanto en el tanatorio Cerdà de la calle del canónigo Cebrián como en la Colegiata, cientos de personas ofrecieron sus condolencias a la familia. Se pudo ver a numerosos representantes de la profesión (Juan Benavent, Luis Bonora, José Gutiérrez, José Díez, Ramón Soler, Carmen Vila... entre otros muchos); de la empresa, como Rafael Martínez, Julio Lluch o Francisco Pallás; el notario Luis Miguel Delgado; el cronista oficial de Xàtiva, Agustí Ventura; el concejal Ignacio Reig, el anticuario Vicente Llorens, el tenor Ignacio Giner, el ginecólogo Antonio Saiz... así como incontables amigos de sus hijos.

Muy conocido en Xàtiva

Ignacio era una persona de una simpatía sin parangón; excepcionalmente comunicativo, gran conversador, culto y amante del arte. Era una de las personas más conocidas de Xàtiva dentro y fuera de la profesión, que ejercía desde 1978. El viernes por la noche se sintió indispuesto. Fue trasladado al Lluís Alcanyís, de donde fue derivado a La Fe de Valencia para que le practicaran un cateterismo, dado su estado. Murió en el trayecto.