El Ayuntamiento de Xàtiva ha iniciado prevé uniformar la rotulación de las calles del centro histórico. El objetivo es sustituir la diversidad de modelos de placas de calle existentes por uno único en toda la zona. Además, se aprovechará la actuación para añadir otro elemento de rotulación, con el mismo diseño y estética, que aporte los datos básicos del personaje o de la denominación de la calle mediante un texto informativo breve que ayudará a mantener la memoria sobre el titular de la vía.

El concejal Jordi Estellés, responsable de la iniciativa, ha explicado que la intención es «conseguir que los elementos urbanos del centro histórico tengan una imagen homogénea. En el caso de estas placas, nos encontramos con que en el casco antiguo tenemos cuatro o cinco modelos diferentes. Se trata de ordenar esta situación», precisa el edil de Cultura.

Actualmente, el centro histórico no presenta una única placa indicativa, lo que genera una heterogeneidad visual y estética «que no favorece la claridad y buena imagen de esa parte de la ciudad», explican. Con el fin de revertir esta situación, Estellés encomendó un criterio de rotulación a los técnicos responsables del Archivo Municipal y del Museu de l'Almodí. La elaboración de este manual de estilo para la rotulación de calles ha contado con la colaboración del cronista oficial de Xàtiva, Agustí Ventura.

El modelo de referencia para elaborar las nuevas placas será la placa cerámica blanca, con el texto en mayúsculas y en tinta negra, modelo que se colocó en 1861. El texto aparecerá rotulado en un máximo de tres renglones. En el caso de los nombres propios no se colocará la preposición de. Las nuevas placas presentan un formato ligeramente mayor que el de la placa del siglo XIX, ya que sus medidas serán 42,5 por 30 cm y un grosor de 1,8. Este hecho es inapreciable a simple vista pero servirá de diferenciación respecto de las históricas, que se mantendrán en su ubicación.

Los nuevos indicativos utilizarán el valenciano. Las históricas, aunque están en castellano, se mantendrán en su lugar. Siempre que sea posible, las placas se colocarán a la misma altura, ayudando así a la uniformidad visual. Las placas retiradas se guardarán adecuadamente. Muchas de ellas carecen de valor artístico pero los técnicos les reconocen un cierto valor al haber formado parte del espacio urbano durante tantos años.