Las aguas que la depuradora de Bocairent vierte al Barranc de l'Infern no están suficientemente depuradas, debido a los daños ocasionados por la nevada en una maquinaria del proceso depurativo de la EDAR, Estación Depuradora de Aguas Residuales. Así lo han denunciado vecinos y el colectivo EcoFórum Ontinyent, que alerta de que las aguas sin depurar pueden llegar al pozo de agua potable que abastece Ontinyent, y que se encuentra situado próximo al mismo barranco donde se están produciendo los vertidos.

Al parecer, y según han denunciado vecinos y el colectivo, la nevada de enero provocó la parada de la maquinaria del proceso de decantación, después de que la nieve hundiera la cubierta del mismo y provocara su paralización. Sin este elemento funcionando, en el que se separan los sólidos sedimentales y el material flotante que no han sido eliminados en etapas anteriores, las aguas que vierte la EDAR al Barranc de l'Infern están «insuficientemente» depuradas y «presentan un aspecto deplorable», según denuncian algunos vecinos, que señalan que la acción contaminante se está produciendo desde el pasado 19 de enero, y critican que «dos semanas después la avería no se ha reparado». «Es preocupante „„añaden„ que no se haya reparado la avería que está produciendo la contaminación de las aguas del barranco y las aguas del acuífero», exponen.

Además del vertido de aguas insuficientemente depuradas al Barranc de l'Infern, los vecinos y EcoFórum alertan del peligro de contaminación de las aguas de los pozos de agua potable de Ontinyent „que abastecen a la ciudad„, que se encuentran en el lecho del mismo barranco, unos 2.900 metros aguas abajo „en línea recta„, según han podido comprobar desde EcoFórum a través de la ortofoto, señalan en un comunicado. El pozo del Barranc dels Tarongers, pozo de agua potable de Ontinyent, se encuentra próximo al lugar donde se están produciendo los vertidos contaminantes y los denunciantes exponen los perjuicios a los ontinyentins ante el consumo de agua contaminada.

Desde EcoFórum recuerdan un brote de gastroenteritis que sufrió Ontinyent en 1992 por el vertido de aguas contaminadas, un brote que llevó al hospital a 38 personas, según señalan, por el consumo de agua potable procedente del pozo del Barranc dels Tarongers entonces también contaminado. Ante ello, EcoFórum advierte de la «vulnerabilidad» a la contaminación de este acuífero, debido a la permeabilidad de la roca del pozo subterráneo. Según explican, el acuífero está más expuesto a la contaminación debido a que la roca del mismo es por «fisuración „grietas y flujos subterráneos„, lo que ocasiona una fácil propagación [de las aguas contaminantes] y que la capacidad de autodepuración sea menor que en los acuíferos en los que el agua subterránea circula por la porosidad del terreno». Ante esta situación, reclaman la reparación de la avería.