«La dimensión de las creaciones y las características propias del arte contemporáneo de la colección Inelcom precisan de una construcción ajustada a este contenido. No hay bastante espacio en ningún inmueble de Xàtiva». Con este argumento, los promotores del Centre d´Art i Arqueologia Montsant han salido al paso de las voces que cuestionan la ubicación del complejo museístico subterráneo de 14.500 m2 que el grupo Inelcom pretende construir en los terrenos de su propiedad situados en la ladera del castillo de Xàtiva, junto a las murallas de Levante.

Un emplazamiento al que los propietarios del hotel Montsant no están dispuestos a renunciar, dentro de su apuesta por conjugar «la historia y la recuperación del patrimonio arqueológico y natural», en lo que defienden como «una oportunidad única» de «posicionar a Xàtiva como ciudad referente en el ámbito del arte contemporáneo a nivel internacional».

«Estamos hablando de arte en movimiento, interactivo, videoarte€ La colección Inelcom esta compuesta hasta ahora de 67 artistas y 177 obras que van desde el dibujo, la escultura, la fotografía, las instalaciones, la pintura y el video», responden los impulsores del proyecto a las críticas de Iniciativa Cívica pel Centre Històric en las redes sociales.

Tanto este colectivo como la Plataforma Xàtiva Digna se han posicionado públicamente en contra de los planes de Inelcom. Ambas entidad coinciden en saludar la llegada a Xàtiva de la colección del grupo empresarial -actualmente alojada en Madrid-, a tiempo que señalan la existencia de inmuebles históricos vacíos en el centro de la ciudad con mucho potencial para convertirse en contenedores culturales. Los detractores del Centre d´Art en Montsant temen el impacto ambiental del futuro museo en un enclave protegido por un Plan Especial de Protección e inscrito dentro del Bien de Interés Cultural (BIC) que constituye el conjunto amurallado del castillo. La corriente crítica -a la que se han sumado figuras muy comprometidas con el patrimonio local y vinculadas al anterior gobierno socialista como el exalcalde Miquel Calabuig o Mariano González, promotor de la declaración BIC- ha comenzado a movilizarse. En Change.org se ha recogido ya casi 400 firmas en contra del proyecto y Xàtiva Digna ha convocado mañana una asamblea para abordar posibles acciones.

Iniciativa reitera «las notables dimensiones y posibilidades del antiguo Monasterio de Santa Clara» para albergar la colección de Inelcom -aunque la propiedad de este inmueble no es pública, sino que está en manos del banco- y pone como ejemplo de lo que considera idóneo la fructífera experiencia público-privada del Museo de Arte Abstracto de las casas colgadas de Cuenca, que abrió sus puertas hace 50 años. El ayuntamiento acordó la cesión de una parte del rehabilitado conjunto patrimonial para albergar una colección privada de 266 obras de 87 artistas de la generación abstracta española de los años cincuenta.

Pero desde el Centre d´Art de Montsant marcan distancias con la filosofía del museo de arte abstracto de Cuenca y reiteran que su proyecto apuesta por una gran instalación de arte contemporáneo que se asiente sobre «la máxima premisa de la conservación y recuperación del patrimonio ambiental y arqueológico». Estas fuentes insisten en que la intervención será «muy respetuosa» y en que los dos edificios planteados quedarán integrados y camuflados armónicamente en el enclave.

Del asesoramiento de la colección de Inelcom y del proyecto museístico se encarga el reputado experto en arte Vicente Todolí, firme defensor del emplazamiento del complejo en un «lugar único» de Xàtiva. «La idea es que el arte contemporáneo tenga un diálogo con la memoria y la historia», resume el que fue director del Ivam, del Museo de Arte Contemporáneo Serralves de Oporto y de la Tate Modern de Londres. Todolí habla de que la propuesta proporcionaría «un servicio cultural a la ciudad» y la convertiría un un destino para un tipo de público de un perfil «muy particular», captando un turismo cultural añadido al turismo tradicional de masa que se disputan las localizaciones de interior.

Proceso de concertación

El proyecto de Monstant se halla en una fase primigenia y se orienta a largo plazo. Conscientes de la necesidad de lograr un amplio consenso social y político, sus impulsores mantienen un proceso de concertación abierto a la ciudadanía para explicar y debatir los aspectos más controvertidos y llegar a puntos de encuentro antes de definir la intervención final, guiada por un comité de expertos en sostenibilidad ambiental y patrimonial. En una primera fase, cientos de personas ya se han interesado por conocer las características de la actuación. La firma considera positiva la respuesta obtenida hasta el momento y destaca que ha recogido multitud de opiniones favorables. En breve, los promotores prevén reunirse con las entidades contrarias al proyecto y los vecinos que han pedido más información para desgranarles su contenido y «dar respuesta a sus demandas y preocupaciones». Igualmente, hay programados una serie de talleres sectoriales con expertos.

El debate se antoja largo y complejo, porque la idea de perforar la montaña del castillo despierta muchos recelos. Las plataformas críticas ponen en duda el impacto beneficioso de la iniciativa que exhibe Inelcom para la ciudad y ponen el foco en que los planes de la mercantil incluyen la «no tan filantrópica» ampliación del hotel Montsant con nuevas cabañas.