Una comercializadora de electricidad con conciencia social y medioambiental que ofrece a sus socios la posibilidad de consumir energía verde, a un precio ventajoso y con la voluntad de reinvertir sus beneficios en el territorio. De esta guisa se presenta Helia, la primera cooperativa eléctrica nacida en La Canal. La entidad, con sede en Enguera, comenzó su andadura hace 4 meses y ya dispone de una cartera de cerca de 400 usuarios en esta localidad, entre familias, comercios y empresas. La respuesta ha sido tan positiva que la firma ya planea dar el salto y expandirse no solo al resto de la comarca, sino también a la Costera.

El exalcalde de Enguera, Santiago Arévalo, figura entre los cinco socios fundadores de una cooperativa que recoge el testigo de la innovadora empresa municipal Eléctricas la Enguerina, a cuya actividad comercializadora puso fin en 2016 el Ayuntamiento de Enguera a raíz de una serie de directrices estatales que obstaculizaban su funcionamiento.

En un sector dominado por la especulación, el oligopolio y el desapego de las grandes compañías al mundo rural, Helia exhibe un «trato directo, transparente y personalizado» con el consumidor y apuesta por una filosofía muy arraigada al territorio. La entidad vela por prestar un servicio lo más próximo posible, en el que parte de los beneficios repercutan en «hacer comarca», ya sea mediante la creación de ocupación o el impulso de obra social.

Desde su oficina de la calle Santa Bárbara de Enguera, la cooperativa asesora a los vecinos que a diario acuden para resolver sus dudas sobre la factura de la luz, informarse sobre posibles prácticas abusivas de las compañías o reducir al máximo su consumo energético. Helia ofrece «energía limpia al mejor precio», «una tarifa más barata y más ecológica» y «un servicio más humano y más cercano», gestionando la adquisición de la luz que precisan sus usuarios «en las mejores condiciones económicas» y «prescindiendo de la figura de grandes intermediarios que se enriquecen con los beneficios».

Para conseguir estos objetivos, la entidad acude al grupo Enercoop, con sede en Crevillent. Esta compañía -la más veterana del sector- compra la energía a las grandes comercializadoras para ofrecer los mejores precios del mercado libre a sus 15.000 clientes, a la vez que produce y distribuye energía 100% libre de emisiones, procedente de instalaciones renovables.

El modelo y el planteamiento de Helia es el mismo que el de cualquier cooperativa agrícola, pero en lugar de gestionar la venta de las aceitunas o de la uva para los socios, focaliza su actividad en conseguir «unos buenos precios para la luz». Recuperar la soberanía energética para avanzar hacia la emancipación de las grandes compañías y sensibilizar a la población en torno a la necesidad de un cambio de modelo energético que permita articular «una sociedad más sostenible» son algunas de sus señas de identidad.

Objetivo: producir energía limpia

A medio o largo plazo, la entidad aspira a convertirse en productora y vendedora de energía procedente de fuentes renovables. El camino no es fácil y, de momento, los esfuerzos se centran en crecer y darse a conocer. La cooperativa se está reuniendo con los ayuntamientos de la Canal para ofrecer sus servicios a cambio de reinvertir el beneficio neto de la actividad en los municipios, donde están buscando agentes colaboradores.