El alcalde de la Font de la Figuera, Vicent Muñoz, y la regidora de Medio Ambiente, Carmen Asensi, recibieron ayer la visita de los técnicos de la empresa Tracsa, que acudieron a la población con el objetivo de explorar el tramo de minado que resultó dañado en el fuerte temporal de diciembre. El ayuntamiento ha iniciado una serie de trámites para recuperarlo y limpiarlo, con el propósito de que dos de los símbolos más emblemáticos de la localidad, como son la Font de Baix y el Llavador, además de la Balsa de Riego, puedan volver a la normalidad lo más pronto posible, algo muy demandado por los vecinos.

El gobierno municipal señala la restauración de estas zonas como una de sus máximas prioridaes y proyecta una inversión de 600.000 euros para que los ciudadanos puedan volver a difrutar de ellas.

Como contó este diario, las afecciones de las obras de la autovía y la vía férrea dejaron el terreno abonado para que el temporal de diciembre causara graves daños en el minado. El deficiente desvío de las aguas también ha destrozado seriamente caminos, barrancos y campos en La Font. Desde el consistorio recalcan que seguirán trabajando para poder solucionar este «problema que nos ha sido impuesto», en palabras de sus representantes.