El escritor y periodista de Beniatjar Marc Gomar presenta hoy (Biblioteca de Castelló de Rugat, a las 20 horas) La pedra i el foc. La obra, que ganó el año pasado el Premi 25 d'Abril de Poesia de Benissa, acaba de publicarla Viena Edicions y contará como maestro de ceremonias con el valldalbaidí Jordi Oviedo, profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la UCV. Como suele hacer Gomar, avanzan sus editores, será un presentación dinámica en la que «lo queremos pasar bien y que la gente lo pase bien», por lo que «no habrá, ni los necesitamos, discursos: hablaremos de poesía y recitaremos, que es la mejor manera de proporcionarle al público una muestra de lo que encontrarán» en el libro, añaden. El recital se acompañará con instrumentos y herramientas rudimentarias porque «la literatura es imaginación, transgresión y diversión; ya basta de presentaciones aburridas». De hecho, el poeta y periodista mantendrá un encuentro con los alumnos del instituto de secundaria de la localidad para romper algunos tópicos sobre el género y ofrecer una visión distinta a la que proporciona el currículo escolar.

La pedra i el foc «no son cants de revolta sino de resistencia; no es un poemario utópico sino atópico, a fin de sobrevivir al contacto con la estulticia generalizada», según promete la solapa. Se trata del segundo poemario de Gomar, también columnista de Levante-EMV, que en 2103 se estrenó con No escriuré més poesia. En 2014 mereció el segundo premio Joan Duch de Juneda por Un mínim un, compuesta a partir de poemas escritos con el teléfono móvil. A pesar del título, el poemario consta de tres partes: la piedra, el fuego y la llar, «que es el resultado de la piedra y el fuego» explica Gomar, que confiesa que el concepto surgió durante una excavación neolítica. «La piedra y el fuego son elementos de construcción, pero también de destrucción», dice.

Como curiosidad, la portada del libro fue votada por sus amigos en Facebook a partir de dos propuestas, ya que para el escritor el lector «es tan importante o más que el autor, ya que son ellos los han de interpretar y encontrar sentido, cada uno el suyo, pero todos igualmente válidos», afirma.