¿Quién y con qué criterio ha elegido los espectáculos de inauguración y clausura de la Fira d'Agost de Xàtiva? ¿Quién ha decidido que la estrella musical sea Chenoa? ¿De quién depende la programación teatral escogida para la plaza de la Seu? ¿Y el Festival de la Cançó? ¿Se ha consensuado con las fallas agrupar sus chiringuitos? Pero, sobre todo: ¿De quién ha sido la idea de renovar la feria comercial de arriba abajo y con qué agentes sociales ha contado para desplegar una novedad de tantísimo calado? Lo ha decidido el alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, y sus técnicos por lo que respecta a la programación. Mientras que el tripartito en su conjunto ha sido partícipe de la gran reorganización prevista. La oposición, PP y Ciudadanos, ha sido relegada de todo debate. Y los colectivos parece que también.

Una feria en la que todo lo decidan los vecinos sería un caos ingobernable y una dejación de funciones total. Pero esa idea es la que se ha vendido los últimos años. ¿O la encuesta antitaurina y contra la figura de la Reina de la Fira del año pasado no era el primer e histórico gran paso para que los vecinos de Xàtiva eligieran la feria que quieren? Parece que no. Bajo el eslogan Decideix la Fira que tu vols, la encuesta realizada en mayo de 2016 ha servido para suprimir los toros y para que la Reina de la Fira continúe. Un total de 6.191 vecinos ejercieron el voto: 3.056 votaron sí a los toros frente a los 3.115 que señalaron que no. Y la figura de la reina gozó de un apoyo mayoritario (3.984 votos frente a los 2.207 a favor de su supresión). Los vecinos decidieron, sí, pero una sola vez.

El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, negó ayer a Levante-EMV la falta de participación y aseguró que la reorganización ha tenido «muchísimo debate; muchas reuniones, muchos puntos de vista... Se ha hablado con los afectados, con la gente de las atracciones, las fallas; con empresas, con técnicos y expertos que conocen muchas ferias». Y pese a que es una decisión muy meditada, «no es definitiva. No pasaría nada si alguna cosa no funciona. Rectificaríamos. Si uno promueve grandes cambios se puede equivocar. Pero si no cambias nada, seguro que no te equivocas nunca», sentenció. Por lo que respecta a las contrataciones musicales o el teatro, defiende que éstas «las han de hacer técnicos; gente profesional que sabe de ello y que conoce el mercado».

Mª José Pla, del Partido Popular, por su parte, criticaba ayer que «es curioso que este gobierno que tan bien sabe vender la transparencia o la participación sea, en realidad, tan poco transparente y tan poco abierto a la participación. Siempre que no sea, claro, lo del año pasado con los toros y la reina. Así se lavan las manos». La edil popular aseguró que su formación ha tenido noticia de los cambios «cuando lo han llevado a pleno, a tiro hecho y totalmente cocinado ya». Pla reveló ayer que «otra de las cosas que venden, pero que es al revés de cómo lo venden, es su supuesto control del gasto. Pues hoy [por ayer] han tenido que aprobar una modificación presupuestaria para meter 130.000 euros más para la Fira. Lo dicho: hacen lo contrario de lo que venden», zanjó.

Cristina Suñer, segundo teniente de alcalde y portavoz de Compromís admitía ayer que «quizá esa participación directa no la ha habido. Pero fruto de la participación en las dos ediciones anteriores se ha cambiado, a mejor, la ubicación de algunos espacios o se ha mejorado la programación. ¿Por qué el año pasado tanta participación directa y este año no? Pues quizá nos lo debamos plantear, es verdad», dijo. Por lo que se refiere al papel de su formación, Suñer se encuentra «muy satisfecha» ya que la reorganización ferial de este año es en gran parte idea de su partido, aseguraba ayer. «Han tenido en cuenta nuestras observaciones sobre tomas de luz, de agua; vías de evacuación, sectorizar paradas... Estábamos ante la apuesta por la Fira del siglo XXI o por continuar con el mercadillo», dijo. La regidora, finalmente, señaló que en cambios de tanto calado estructural tampoco es fácil canalizar una participación directa de los vecinos, «ya que muchas cosas han de ser decisiones técnicas».

Juan Giner, de Ciudadanos, se mostró irónico al señalar ayer que «participación en la organización de la Fira sí que la habido: la del equipo de gobierno y sus familiares», declaró. El edil señala que «nos parece muy bien innovar, mejorar, plantear cosas nuevas. Pero un cambio como el que han promovido es muy, muy fuerte y a ver si no da el resultado esperado. De momento, ya están a la defensiva porque les he escuchado decir que si no funciona no pasa nada; el año que viene lo cambiamos», reveló ayer. El regidor de Ciudadanos puso el acento, no obstante, en «lo de los chiringuitos falleros. Eso será tremendo», dijo, y mostró sus dudas sobre la ubicación, la repercusión que puede tener sobe el Jardí del Bes «o el hecho de que una cosa de alimentación se haga sobre una superficie de tierra. Pero en esto, como en casi todo, van a la suya y no cuentan con nadie. Ni con la oposición ni, en este caso, con las comisiones falleras».

Sí que hay participación

Miquel Lorente, primer teniente de alcalde y portavoz de Esquerra Unida, dijo sentirse también muy satisfecho por «las aportaciones» de su formación a esta revolución ferial; aportaciones «en movilidad, igualdad, promoción económica...», enumeró ayer. El regidor señaló que los vecinos de Xàtiva «han tenido oportunidad de participar mucho y muy directamente con el proceso de presupuestos o con la encuesta del año pasado. No creo que tengan la sensación de que no se les brinda participar», agregó. «De todas formas „admitió„ nunca estará de más que se abran nuevos procesos de participación para la Fira más directos en futuras ediciones», indicó.