La ampliación de la Fira d'Agost de Xàtiva en la plaza de Santa Anna, en la parte trasera de los juzgados y la comisaría, ha causado perplejidad entre los agentes de la Policía Nacional. Este año, y por vez primera, dicho espacio alberga una especie de fireta con productos de la tierra. Pero semejante despliegue tiene lugar delante de la salida de los coches de la comisaría. «Con la colocación de este mercado, la salida de vehículos se ve comprometida, entre otras cosas a la proximidad de dicho mercado, la afluencia de personas, la necesidad de emplear marcha atrás... Además de los problemas de seguridad en los vehículos policiales y los agentes», criticaron ayer algunos efectivos.

Fuentes sindicales recordaron ayer a Levante-EMV que en el mes de julio ya se realizó una junta de seguridad con la asistencia de la Policía Local, la Policía Nacional y la Guardia Civil en la que se organizó el dispositivo de seguridad de la Fira, se asignaron las vías de evacuación, etc. a la junta, recordaron, asistieron el jefe de la Comisaría de Xàtiva y el jefe de la Policía Judicial, por lo que los sindicatos critican que «éstos eran conocedores de la instalación del mercadillo» y censuran «la poca capacidad de reacción ante un hecho tan relevante, ya que ante una emergencia, esta instalación merma mucho la capacidad de reacción de las dotaciones, conllevando un grave perjuicio para los ciudadanos aunque sólo sea por el tiempo que se pierde maniobrando. La falta de movilidad de las dotaciones en ocasiones puede ser crucial y determinante para que un suceso no acaba fatídicamente», resumieron.

Los continuos apagones

El malestar en la comisaría es creciente, recordaron ayer las mismas fuentes, porque tal como ha venido informando este diario, los empleados de la misma están ejerciendo su cometido en una situación de extrema precariedad ya que el edificio sufre entre ocho y diez cortes de suministro diarios. Cada corte obliga reiniciar los ordenadores y causa demoras en la tramitación de los pasaportes y los DNI. Además, se ha de limitar el uso de la refrigeración para no sobrecargar la línea eléctrica.