La intervención de urgencia anunciada por el Ayuntamiento de Xàtiva para proteger la ladera de la Cova Negra de los desprendimientos que amenazan el valioso enclave natural dio comienzo ayer con normalidad. Si el temporal de lluvia y frío que estos días se cierne sobre la geografía valenciana no lo impide, los operarios de la empresa Trabajos en Vertical y Horizontal, SL culminarán en cuestión de diez días la instalación de una malla de protección para garantizar la estabilidad de una roca de grandes dimensiones situada en la parte superior izquierda de la cavidad. Mientras tanto, por precaución, el consistorio ha cerrado el paso a los peatones en todos los caminos de acceso al paraje. La regidora de Medio Ambiente de Xàtiva, Pilar Gimeno, explica a Levante-EMV que la actuación responde a una fisura «bastante grande» que se ha detectado en una roca «muy asentada». «Tan pronto como nos dimos cuenta, avisamos a Patrimonio, porque se trata de un entorno declarado bien de Interés Cultural (BIC)», subraya la edil.

Los técnicos especializados inspeccionaron a fondo el terreno y, con posterioridad, diseñaron un proyecto orientado al sostenimiento de la roca, una solución tremendamente necesaria teniendo en cuenta que se trata de una zona «de mucho paso», tal como recalca Gimeno. La operación, encaminada a prevenir riesgos geológicos, es similar a las que se llevan a cabo en las laderas pegadas a las carreteras. Los accesos permanecerán cortados entre semana, si bien la idea es reabrirlos el próximo fin de semana garantizando antes la seguridad. Según expone la regidora, los técnicos no consideran inminente el riesgo de que se produzcan desprendimientos con las lluvias que se avecinan estos días. Ahora bien, el temporal sí que podría interrumpir los trabajos momentáneamente y retrasar su finalización. En las obras también participa la Diputación de València.