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Historiador, jurista, juez permanente del Tribunal de Justicia de La Haya, creador de la Extensión Universitaria, dos veces candidato al Nobel de la Paz y una al de Literatura. Un breve resumen de la biografía de Rafael Altamira puede ofrecer una somera idea de la trayectoria de este alicantino que en 1909, desde su cátedra de Historia del Derecho de la Universidad de Oviedo, fue el elegido para emprender la misión de restablecer las relaciones políticas, culturales y sociales con el nuevo continente tras la pérdida de las colonias.

Este viaje finalizó en marzo de 1910 y el centenario de esta travesía se conmemoró recientemente en Madrid, en la Embajada de México en España, con la presentación del libro Diálogos con Rafael Altamira, realizado por la nieta del estudioso Pilar Altamira. Este volumen, editado por la Universidad de Murcia y la Universidad de Oviedo, es "una visión personas, un nuevo enfoque de su trayectoria, a través de conversaciones con el abuelo. Yo le planteo preguntas y él me responde a través de lo que dejó plasmado en sus libros -dice la autora y nieta del jurista-, nunca he pretendido que sea un biografía ni un libro científico". El acto contó además con la proyección del documental Rafael Altamira. Una generación excepcional, del biznieto del jurista, Álvaro Altamira.

"Entonces no se importaba ni un solo libro español, nos habían relegado totalmente y el abuelo se reunió con profesores, con alumnos, con editores, con empresarios, con todos los sectores de América", asegura la nieta del estudioso.

El regreso del historiador a España el 30 de marzo de 1910, tras crear la Cátedra de Historia del Derecho en México -país al que luego tuvo que exiliarse tras la Guerra Civil-, fundar la Universidad Popular y poner en marcha todas las instituciones de investigación en los archivos de Indias, entre otras muchas acciones, fue todo un acontecimiento.

Por aquel entonces, fue recibido con todos los honores por Alfonso XIII que le otorgó la Gran Cruz de Alfonso XII y se creó para él específicamente la Dirección General de Primera Enseñanza. Fue entonces cuando dejó la Universidad de Oviedo, donde creó la Extensión Universitaria y fundó el Grupo de Oviedo, y se trasladó de nuevo a Madrid, pasando antes por Alicante a donde regresó el 1 de abril de 1910.

Si la vuelta a Madrid fue todo un acontecimiento, el regreso a Alicante el 1 de abril de 1910 no lo fue menos. La Plaza del Ayuntamiento estaba abarrotada para dar la bienvenida a un Rafael Altamira que saludaba a sus conciudadanos desde el balcón municipal. Entonces fue nombrado Hijo Predilecto de la ciudad de Alicante, se dio su nombre a una calle y se le homenajeó durante cuatro días. También fue nombrado Hijo Adoptivo de localidades como El Campello, Elche, Villafranqueza, San Juan, San Vicente y Guardamar. De momento, este centenario quedará plasmado el 15 de febrero, con la presentación del libro de Pilar Altamira en la Sede Ciudad de la UA y la proyección del documental, actos que se repetirán en México DF y Buenos Aires. Además, El Campello dará su nombre a la Biblioteca Municipal, y San Juan colocará una placa en homenaje también en su biblioteca. "Me gustaría que en Alicante colocaran un busto del abuelo, algo que me prometió Alperi", afirma.

Además, Pilar Altamira dirigirá un curso de verano en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre el historiador y su relación con América. C.M.ALICANTE