Los antónimos de educación y de cultura coinciden en una misma palabra: ignorancia. La columna del pasado lunes se refirió a esos conceptos, que parece no poseer demasiado interés en nuestro colectivo. Y, para terminarlo de arreglar, CNN+ ha tenido que cerrar sus puertas, dado el reducido caso que le ha prestado la audiencia, preocupada por otras cadenas de mayor nivel ignorante y nunca mejor utilizado el vocablo: ignorante.(Del ant. part. act. de ignorar; lat. ign?rans, -antis). 1. . Que no tiene noticia de algo. U. t. c. s. Según la RAE.

No se ha cerrado un canal de televisión cuya programación se sitúa en la más purabservan chabacanería. Se ha cerrado un canal serio -con todo el sectarismo que muchos observan en PRISA-, en el que se llevaba a cabo un periodismo sensato y se tenía una cierta sensibilidad por el mundo de la cultura. Por sus estudios pasaban el autor de ese libro que acaba de aparecer en las librerías, el músico que iba a dirigir un concierto, el artista que había sido premiado en un conocido certamen.

Dicho de otro modo. CNN+ no era refugio de maletillas ni cupletistas ni practicaba el barriobajerismo tan propio de otras emisiones digitales. Por eso se ha cerrado, porque no tenía sitio entre nosotros.

En tiempos de la dictadura dolía, y mucho, la censura de cualquier medio. De aquella época cabe recordar la desaparición de Madrid, diario de la tarde, cuyo edificio fue literalmente dinamitado, o el secuestro del diario ABC, porque en su página tres el señor Blas Piñar había escrito un artículo titulado Hipócritas, que ponía de chupa de dómine a los Estados Unidos de América del Norte, que empezaban a ser amigos de Franco.

Esas y otras censuras -en las emisoras de radio, en las obras de teatro, en los libros, ecétera- nos dolían y esperábamos que llegara la democracia para que todo aquello no volviera a suceder. No pensamos que lo que nos venía encima era otra dictadura, la dictadura de la audiencia, la dictadura de la inmensa mayoría, cuyo nivel cultural tanto deja de desear.

En más de un lugar se ha podido leer estos días que "existen pocas razones para el optimismo en 2011". Se refieren al tema económico. Un tema que se arreglará, tarde o temprano, más tarde que temprano. En cambio, para la cuestión educativa, no sólo no hay motivos para el optimismo este año que empieza, sino que tampoco lo hay para mucho, mucho, tiempo.

Nos han abocado hacia un estilo de vida -el famoso American way of life- en el que se procura la ignorancia, la carencia de noticia, con un alto poder adquisitivo. Por eso se ha cerrado CNN+, 24 horas informando, y por eso ha dejado el puesto a Gran Hermano, 24 horas embruteciendo.