Abel Zamora es autor e intérprete de Canciones de amor con queso (para tomar aqui o para llevar). Y, para empezar, aclara un poquito ese título tan extraño que le ha dado al texto: "En principio, se titulaba solo Amor con queso (para tomar aquí o para llevar), pero, aunque suene un poco cursi, cuando escribo siempre me apoyo en canciones que me gustan. También cuento la historia a partir de un personaje, una escena, una situación, y en este caso la historia me iba llevando por unos derroteros donde iban apareciendo canciones con peso dentro del propio argumento. Y así fue como decidí incorporar tambien esas canciones al título". Son, que nadie se equivoque, canciones que no se cantan durante la representación, puesto que la obra no es un musical: "La historia de esos personajes transcurre en una hamburguesería un poco destartalada —sigue explicando Zamora—, donde suena una radio con ciertas canciones, algunas muy manidas, pero que, entiendas o no su letra, te gusten o no tegusten, sí son capaces de transportarte a unas sensaciones muy concretas".

Independientemente de que Canciones de amor con queso... sea un drama trufado del humor ácido de Zamora, lo cierto es que, en los tiempos que corren, no deja de ser arriesgada una propuesta semejante. Abel Zamora lo corrobora: "Es cierto que ahora todo el mundo busca evadirse, y que esta es una obra fundamentalmente dramática. Pero también es verdad que algunos de sus personajes son cómicos. Exactamente igual que ocurre en la vida, dentro del drama siempre hay cosas que provocan la risa, incluso la carcajada".