El apellido Vilaragut está lleno de resonancias históricas. La disputa de esta familia con la de los Centelles en la Valencia de principios del siglo XV es casi de serie norteamericana de televisión. Uno de los hijos de este linaje fue Jaume de Vilaragut i Vilanova (Valencia 1403? - 1464), caballero y corsario cuya vida también daría para una ficción audiovisual. Es lo que —adaptado a las circunstancias del momento— debió pensar también Joanot Martorell, que utilizó alguno de los conocimientos de su amigo en el Tirant lo Blanc.

La teoría no es nueva. La lanzó ya Martí de Riquer en 1947 en su introducción de la famosa novela valenciana. Dijo entonces que «el Gran Caramany» (príncipe de Karmana), Alejandría, el sultán de El Cairo y Rodas —elementos fundamentales en la biografía de Vilaragut— estaban «tan íntimamente ligados al Tirant que es verosímil que Martorell se formara una idea» a través de este.

Lo nuevo es que, más de sesenta años después, un historiador, Abel Soler (Albaida, 1972), ha profundizado en esta tesis tras adentrarse en los archivos relacionados con Vilaragut.

Como suele ocurrir, el embrión de esta investigación fue el azar. Soler, un especialista en Historia local con más de 70 libros sobre el pasado de municipios valencianos, está documentando el proceso de rehabilitación del palacio de los marqueses de Albaida, y en ese trabajo se topó con Vilaragut, ya que el edificio fue casa señorial de este (ejerció de barón de Albaida, Alaquàs y Albalat de la Ribera tras volver de sus aventuras por el Mediterráneo).

El estudio biográfico —y las conexiones con Martorell y el Tirant— empezará a darse a conocer en un artículo de una publicación que coordina Germà Colón sobre escritores medievales valencianos, que verá la luz tras el verano.

Soler sostiene que, además de lo apuntado en su día por Riquer, las coincidencias y paralelismo entre el personaje real Vilaragut y la novela son tantas que formarían «casi una tesis doctoral».

Uno de los aspectos que el historiador destaca es el del nombre del héroe, Tirant lo Blanc («lo Tiran», precisa, en la portada del manuscrito que Joanot empeñó al editor Martí Joan de Galba en 1464). Este podría estar relacionado con Vilaragut, argumenta, ya que «tiran» era como se escribía tirano en valenciano (tirà) en el siglo XV y por 1460 el viejo corsario estaba acusado de abusos a sus vasallos. Tantos que acabó perdiendo sus señoríos y murió arruinado en 1464, justo cuando el también caballero pobre y amigo Joanot Martorell terminaba su novela y se veía obligado a empeñar el manuscrito.

Además, añade Soler, el calificativo de «Blanc» podría hacer referencia a la relación con Albaida (la blanca, en árabe) o con el hecho de que, según testimonios de la época, Jaume de Vilaragut sirvió de modelo, subido encima de un caballo blanco, a algún pintor para representar a San Jorge. En todo caso, «Martorell trataría de poner rostro a su personaje de cara a los lectores» y el elegido sería Vilaragut, sentencia.

La investigación pone de relieve los numerosos vínculos entre el corsario y el escritor. Ambos compartían abogado en 1460 y Vilaragut pidió también dinero a Galba. Jaume se casó con una pariente del novelista, Castellana Martorell, aunque no tuvo hijos, y conoció bien a Guillem, el hermano marinero —quizá también corsario— del autor.

Un dato relevante es que Vilaragut estuvo desterrado ocho años en el castillo de La Rocca de Ischia (Nápoles), edificado sobre roca salada y reconstruido con un impuesto sobre la sal. Precisamente, Martorell utiliza para su héroe el apellido de Tirant de Roca Salada y narra la conquista de Roca Salada, donde dice que destacaron dos hermanos. Jaume y su hermano Antoni participaron en la conquista de Ischia y el primero fue armado allí caballero con 20 años, la misma edad que el Tirant.

Los paralelismos van más allá y Abel Soler apunta que personajes que vivían en la casona de Vilaragut se corresponden con otros de la novela.

Ni Barcelona ni Dénia, escrito en Valencia

Uno de los debates filológicos más movidos de los últimos tiempos es el del lugar donde fue escrito el «Tirant», que tiene que ver con dónde pasó Martorell sus últimos años, una etapa oscura en su biografía. Lo canónico hasta hace poco era, tal como Jaume Torró defendió hace más de diez años, era que se escribió en Barcelona por un Martorell estaría al servicio del Príncipe de Viana. El medievalista Agustín Rubio ha destapado un Martorell en Dénia cuyo perfil se ajustaría al Joanot Martorell documentado años antes. Soler se aparta de las dos teorías para sostener que se escribió en Valencia. Y anuncia que publicará los argumentos en breve.