Más de 160 países han mostrado su interés de una forma u otra en la fallida restauración del eccehomo de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia de la localidad zaragozana de Borja, obra del autor de Requena Elías García Martínez.

Lo que surgió como una discreta "llamada de alerta" en relación con el patrimonio de Borja, denunciada en su blog por el Centro de Estudios Borjanos, ha saltado a las primeras páginas de los rotativos más prestigiosos del mundo.

Universidades americanas "de México para abajo" y, al menos, una agencia de publicidad estadounidense se han puesto en contacto con el Centro de Estudios Borjanos para analizar este fenómeno "sin parangón en nuestros días", afirma el presidente de la entidad, Miguel Gracia.

A los académicos, dice , les sorprende cómo una simple noticia en un lugar diminuto en el mapa acaba en miles de medios de comunicación de todo el mundo.

Gracia no sale de su asombro y asegura que lleva tres días sin dormir, porque "igual me llaman de Australia, que de Finlandia". "La ONU tiene 193 países y más de 160 se han interesado en este tema", añade.

En sus mejores momentos el blog recibe una media diaria de 500 visitas, pero el pasado día 21 superó las 45.000 y al día siguiente, 30.000.

Por lo pronto, la pintura mural estará protegida por una zona acotada y además contará con vigilancia privada en la romería de hoy, que se celebra con motivo las fiestas de San Bartolomé de esta localidad zaragozana.

Ésta es la decisión que ha adoptado el Ayuntamiento de Borja después de que el párroco, Florencio Garcés, propusiera tapar la restauración de esta pintura llevada a cabo por la vecina octogenaria Cecilia Giménez y que ha destrozado la obra del siglo XIX de escaso valor y ninguna relevancia hasta ahora (incluso estaba sin catalogar).

"Se rodeará con un cordón a un metro de distancia de la pared", detalló ayer a Europa Press el concejal de Cultura de Borja, Juan María Ojea, para evitar que el numeroso público la toque.

Asimismo, se contratará a un persona de seguridad privada que colaborará con la Policía Local en "ordenar al público para que no se acumule gente y haya respeto al ser un lugar de culto".

Se podrán hacer fotos a la pintura, pero "sin traspasar la zona acotada". Sin ser día de fiesta, las últimas jornadas ya ha aumentado el número de curiosos que acude a ver la restauración.