Nietos y biznietos valencianos de Elías García Martínez, el autor oficial del eccehomo de Borja que destrozó una anciana de la localidad en una restauración amateur que dio la vuelta al mundo, han enviado un requerimiento al ayuntamiento de la localidad aragonesa para exigirle que no toque la obra sin su consentimiento y que la restauración de la obra de su antepasado es «inevitable e ineludible».

Los herederos (entre los que figuran los hermanos Martínez García, los hijos de Pilar García García y los nietos de Pilar García Condoy), están representados legalmente por el abogado valenciano Martín de Oleza y Peris, quien en su requerimiento reclama al ayuntamiento que «se abstenga de efectuar actuación unilateral alguna sin comunicación ni consentimiento de mis clientes, y en especial, cualquier decisión sobre la inevitable e ineludible restauración de la obra que, en todo caso y por el bien común de todos, deberá ser consensuada, tanto en cuanto a su contenido como a su alcance y determinación del experto restaurador que debe llevarla a cabo».

En defensa de los derechos de autor que asisten a los familiares, el abogado comunica en su requerimiento al alcalde de Borja «la indignación de la familia por el modo y la forma en que ha sido tratada la figura del pintor y cuyos derechos morales han sido ignorados y menospreciados».

En la carta, acusan al Ayuntamiento de Borja de provocar «el perjuicio de toda la obra privada del autor» al hacerle pasar «por un artista mediocre». De la calidad artística de su obra se encarga María Gómez, profesora titular de la Universitat de València en el Departamento de Historia del Arte, que replica la postura de la directora del Ivacor, Carmen Pérez García, sobre el nivel del artista. En el informe que acompaña el requerimiento, María Gómez se hace eco y avala que, en la obra de Elías García Martínez, «el dominio del dibujo es excelente como muestran sus retratos».