El proceso de creación de CulturArts será económicamente costoso para la Generalitat. Eso sí, el nuevo conglomerado cultural „abrazará Teatres, el Palau de les Arts, Institut Valencià de la Música (IVM), el de Cinematografía (IVAC), Castelló Cultural, La Luz de las Imágenes e Ivacor„ nacerá limpio. Sin la rémora de la deuda acumulada por los citados organismos.

El decreto ley de reestructuración y racionalización del sector público, cuyo borrador el Consell repartió hace más de una semana entre los agentes sociales pero luego no aprobó, lo deja claro en una de sus disposiciones adicionales: «La Generalitat deberá proveer a los entes en liquidación de los fondos y recursos necesarios para que se pueda desarrollar de manera ordenada el proceso de liquidación patrimonial y cumplir con los obligaciones contraídas exigibles».

En total, la Administración autonómica deberá poner más de 50 millones de euros para saldar las deudas de Teatres, el Palau de les Arts, La Luz de las Imágenes y Castelló Cultural, los organismos incluidos en CulturArts con un mayor agujero económico. Así lo reflejan los últimos informes de la Sindicatura de Comptes.

El Ejecutivo de Alberto Fabra era consciente de esta situación y ya en mayo pasado aprobó asumir gradualmente los préstamos de las entidades públicas. La duda era cómo llevar a cabo esta obligación: inyectando fondos a los organismos o traspasándose las deudas. Según el borrador del decreto, ha tomado el primer camino. La cuestión ahora es cuándo dispondrá de la liquidez suficiente para proveer los fondos. En teoría, deberá ser antes de fin de año, cuando el conglomerado debe empezar a funcionar.

Teatres, como ya adelantó Levante-EMV, será la base de CulturArts, la que aporte el esqueleto a la nueva macroinstitución. Precisamente, el organismo que ahora dirige Inmaculada Gil Lázaro no goza de unas finanzas muy saneadas. De acuerdo con los últimos informes de fiscalización, arrastra una deuda de unos diez millones de euros, que su responsable ha achacado en más de una ocasión a la gestión anterior a su llegada en 2005 y a los recortes sobrevenidos los últimos años con la programación iniciada.

Con todo, las cifras negativas de Teatres son muy inferiores a las del Palau de les Arts. El coliseo, según el último balance de la Sindicatura de Comptes, acumulaba en 2010 casi 25 millones de deuda a diferentes acreedores.

La incógnita es en estos momentos cuándo CulturArts comenzará a ser una realidad legal. El Consell, ante el anuncio de acciones de los empleados afectados por la reestructuración, ha optado por tomarse un tiempo. Pero este se le puede echar encima por los plazos contemplados en el mismo borrador, si bien el último texto retrasa la fecha tope para tener elaboradas las nuevas plantillas al 31 de diciembre de 2013, seis más tarde de lo previsto inicialmente.