La creación de CulturArts „tramitada ayer en el pleno del Consell„ está levantando más que ampollas en los departamentos. No es sólo ya que los trabajadores de las entidades culturales que desaparecen para integrarse en el nuevo conglomerado se rebelen contra la medida (lo han hecho públicamente los del Palau de les Arts, Teatres o el Ivacor), sino que algunos de sus altos cargos „en una situación compleja, entre los empleados y las órdenes de Presidencia y la Conselleria de Turismo y Cultura„ intentan jugar sus últimas bazas por la permanencia de estos organismos.

Lo sucedido el pasado jueves en el Ivacor (la entidad dedicada a la restauración de bienes) puede ser representativo de esta situación. La página en Facebook del ente colgó una carta firmada por la directora, Carmen Pérez, en la que ésta defendía el valor de la marca alcanzado, los ingresos que genera vía convenios y su estable situación económica para concluir: «La continuidad del nombre permitiría seguir esta línea de trabajo de valor para la Generalitat».

El escrito, según ha podido saber este diario, estaba poco después a los ojos de la consellera y superior jerárquica, Lola Johnson. Esta levantó el teléfono para pedir explicaciones a Pérez por firmar un texto que cuestionaba la política de la Generalitat. Y para evitar dudas sobre la autenticidad reenvió el documento a la propia afectada, de acuerdo con los datos recabados.

La filípica tuvo efectos inmediatos, pues poco después el escrito „que según algunas fuentes consultadas, «se coló por un error informático»„ desaparecía de la red social del Ivacor.

Una portavoz de Cultura manifestó ayer a Levante-EMV que el departamento no informa de las reuniones y conversaciones privadas de la consellera, pues «no son noticia», y remarcó que todos los altos cargos son de la «máxima confianza» de Johnson y «quiere que lo sigan siendo».

El escrito de Pérez revela además la unidad de criterio con el manifiesto difundido dos días antes por la plantilla del Ivacor, ya que los argumentos casi se repiten literalmente en ambos documentos. Sobre este texto, algunos restauradores han comentado a este diario que lo han conocido por los medios de comunicación.

La resistencia de las entidades culturales a perder identidad dentro de la macroinstitución CulturArts viene alimentada en cierta manera por la diferencia de trato que el Consell ha dado al IVAM, quien inicialmente debía integrarse en el conglomerado, pero al final ha quedado al margen.

Así, en los últimos días se ha visto también como el Consell Valencià de Cultura (CVC) emitía una declaración de urgencia en un intento desesperado „y sin éxito final„ para que la Filmoteca no quedara diluida (es lo que opina que puede pasar) dentro de CulturArts.

Además de los trabajadores del Ivacor „amenazados ahora por los despidos, como los del resto de entidades„, los del Palau de les Arts ya anunciaron su intención de boicotear la temporada operística con la convocatoria de paros parciales los días de espectáculos.