El escritor Arturo Pérez-Reverte ha señalado que muchos de sus colegas "no dicen lo que piensan por miedo a perder lectores" y eso les ha hecho mantener una "complicidad pasiva" con todo lo que ha ocurrido en el mundo de la cultura en los últimos diez años.

Según ha dicho, "hay un pecado que es atribuible a buena parte de la gente de la cultura española, no hablo de los militantes, hablo de escritores, intelectuales y otra gente que ha estado callada durante muchísimo tiempo por miedo".

"Yo me permito decir lo que quiero y como quiero, pero porque tengo la vida resuelta hace mucho tiempo. Yo no dependo de caerle bien o no a Rajoy, de que Zapatero me sonría o no, o de que el banco me dé un crédito. Mis lectores me hacen libre", explica.

Cree que entre los escritores "que se han arriesgado a perder lectores dando su opinión sobre lo que ocurre", desde una visión independiente y sin adscripción ideológica a un partido concreto, están Javier Marías, Mario Vargas Llosa, él mismo y "muy pocos más".

"Lo hemos hecho porque tenemos la vida resuelta. Si yo tuviera cinco hijos y dependiera del Estado le aseguro que estaría callado como una puta. Pero sería muy vil que, pudiendo permitírmelo, no lo hiciera y me quedara callado", ha afirmado. Reverte ha señalado que sus opiniones pueden estar equivocadas y que no pretende tener razón.