Puede ser porque el día de San José ya no sea festivo en el calendario nacional. El caso es que ayer y durante toda la feria han sido pocos los famosos foráneos que se han dejado ver por nuestra plaza de toros. Y eso que ha habido buenos motivos y ocasiones para cogerse el AVE y venir a disfrutar del arte de Cúchares, sobre toda esta temporada que escasean los días en los que los ilustres del papel cuché podrán hacerlo en la Feria de Abril de Sevilla, con una cartelería tan pobre que ha hecho de Valencia una cita casi obligada para los buenos aficionados. Esperemos que dure la racha y esto no sea flor de un día.

Los responsables de la Dipu no daban abasto para colocar a tanta «personalidad» en el callejón. Llegan los políticos y con ellos los aduladores que quieren comentar tal o cual lance con el baranda de turno. Serán las cercanías de la elecciones europeas o la costumbre de hacerle la rosca al que manda, quién sabe. El caso es que los hubo con el pecho henchido de orgullo que igual tienen que desinflar en un futuro no muy lejano. Ayer, la tripleta del Consell que asistió a la corrida desde barrera estuvo encabezada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, flanqueado por el conseller de Economía, Máximo Buch, y el de Sanidad, Manuel Llombart. Seguro que los próceres disfrutaron la buena tarde de toros.

Una aficionada que continúa su progresión imparable es Verónica García Barrera, hija del torero Andrés Blanco, y que viene a la plaza a seguir aprendiendo de toros. No pierde detalle, siempre atenta a cualquier buen comentario. De casta le viene al galgo.