La situación contractual en la que se encuentra Davide Livermore en el Palau de les Arts no es la más normal. Y así lleva desde finales de enero, cuando sucedió a la anterior responsable del coliseo, Helga Schmidt, tras su fulminante cese por el Caso Palau.

Livermore sí puede gestionar como director artístico porque ya lo era al frente del Centro de Perfeccionamiento que continúa dirigiendo, e incluso recibió el visto bueno del Patronato de la Fundación Palau de Les Arts pero no así como Intendente ya que no tiene un contrato firmado al respecto.

Sin embargo, desde que accedió al cargo Livermore fue presentado como director artístico/Intendente y de hecho así figura actualmente en la propia página web del Palau de les Arts.

La propia consellera de Cultura, Mará José Català, confirmaba ayer que la Generalitat y Livermore están ultimando las condiciones de exclusividad y sueldo en el nuevo contrato del turinés y que éste no cobrará más que el presidente del Gobierno autonómico, Alberto Fabra. Asimismo no superará tampoco el que tenía Helga Schmidt. La austriaca pasó de cobrar 180.000 euros anuales a menos de 68.000, aunque percibía un plus de 23.000 por residencia. Lo que se desconoce es si Livermore cobrará también el mismo plus que Schmidt por residencia al ser foráneo.

Català confirmó que, en estos momentos, Livermore tiene un contrato como director artístico, y que están «ultimando la tramitación» del nuevo, dado que «hemos hecho una modificación de los Estatutos a petición y consensuadas con el».

El problema del nuevo responsable artístico de Les Arts es que quiere libertad de movimiento para poder trabajar con otros teatros en su faceta como director de escena, algo que viene realizando con asiduidad. Además, desde 2002 Davide Livermore es director artístico del Teatro Baretti de Turín, donde se dedica al teatro musical experimental, labor que compagina en esta misma ciudad con su tarea docente en la escuela de artes del Teatro Stabile, según promociona el propio Palau de Les Arts. Sin embargo, los contratos de alta dirección de la Generalitat exigen exclusividad, aunque la parcela artística tenga sus singularidades

El propio Livermore en su presentación oficial reconocía a los medios su deseo de compaginar el trabajo. Y a preguntas de este diario semanas después admitía que si no había firmado aún su contrato era debido a que tenía otro como director teatral de la ópera Norma que en la actualidad se representa en Les Arts.

En el mundo artístico la figura del Intendente corresponde a aquel sobre el que pivota toda la gestión de un teatro, desde la parcela artística hasta la económica, como así sucedió durante un tiempo en el propio teatro valenciano de ópera.

Pese a ello, la Generalitat decidía separar la parcela artística de la económica y sitúo en el área financiera a un hombre de confianza de la propia consellera Català, Francisco Potenciado. Por ello sorprendió en su día que además de la figura de Director Artístico le fuera vinculado a Livermore el cargo de Intendente.