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Restauración

La restauración del San Pío V deja la fachada sin puntas de diamante

El experto en Historia del Arte, Joan Gavara, denuncia la eliminación «ilegal» de elementos del museo ahora «desbarroquizado»

La restauración del San Pío V deja la fachada sin puntas de diamante

La restauración del Museo de Bellas Artes de Valencia está suscitando quejas entre los expertos. El edificio barroco del siglo XVII se ha convertido en un «monumento anodino, desbarroquizado», que ha perdido detalles característicos del pleno barroco valenciano. Así lo ha denunciado Joan Gavara, experto en Historia del Arte y gran conocedor del edificio. «Ya estaba modificado antes y con la restauración lo han destrozado todavía más», explica Gavara. La alteración viene en esta ocasión al haber eliminado de la fachada las puntas de diamante grafiadas que la decoraban, dejándola ahora completamente plana.

«La intervención es tremenda. Las puntas de diamante han desaparecido de la totalidad de las fachadas y representa un atentado directo a nuestro patrimonio», describe Gavara. Alterar un bien histórico va en contra de las leyes de protección de los mismos, en concreto, viola la ley de Patrimonio Histórico Español y el del Patrimonio Cultural Valenciano. Pero las puntas de diamante grafiadas del almohadillado no son el único elemento que la restauración del Museo ha eliminado, también han desaparecido detalles tan característicos como las puertas, la carpintería y se han sustituido las rejas originales de la planta baja por otras modernas que «perfectamente podrían estar en un chalé».

La queja también evidencia el deterioro del color de la fachada, ya que, asegura, «han falsificado la policromía» siendo antes de un rojo característico del barroco y, ahora, lejos de haber sido restaurada la tonalidad, es más pálida que hace unos años.

El Museo de Bellas Artes de Valencia es un edificio protegido, que cuenta con la categoría de monumento nacional y goza de una protección específica. Intervenir en él supone una desconfiguración tanto del estilo artístico del edificio, como de los bienes de patrimonio cultural.

«Es una lástima. La fachada es del siglo XVII del barroco pleno valenciano y ahora es algo anodino, monocromático y horrroroso», opina Gavara. Por otra parte, los encargados de la restauración del Museo eran conocedores de los detalles de las puntas de diamante de la fachada, ya que en la propia lona que lo cubría sí que estaban representadas estos detalles barrocos. Sin embargo, con la retirada de la lona se destapó a su vez la destrucción de estas grafías. El especialista ha querido recordar además que la remodelación del museo valenciano ha supuesto «el vaciado de la totalidad del antiguo Colegio de San Pío V y la eliminación de antiguos forjados de revoltons a la valenciana y la totalidad de las cubiertas». Como única solución el historiador propone «depurar responsabilidades, que la obra se paralice inmediatamente y detener así esta vioación del patrimonio histórico valenciano».

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